El barco privado de Jamie se llamaba Grand Cruise No.1. Estaba estacionado en el puerto. A Ellen le llevó tres horas conducir hasta allí desde el centro de la ciudad.
Para cuando Ellen llegó, ya era tarde en la tarde.
No desayunó debido al chequeo médico y había estado ocupada con problemas de productos, por lo que tampoco almorzó.
En ese momento, su estómago sentía como si estuviera ardiendo. No era la sensación de hambre sino la sensación de estar quemándose.
Ellen sonrió amargamente. Este tipo de sensación había sido frecuente desde principios de año. Cuando los órganos sentían peligro, usaban todo tipo de formas pretenciosas para recordárselo a la gente.
Desafortunadamente, debido al regreso de Jamie, ella estaba ocupada y no tomó este asunto en serio.
Ellen perdió el mejor tiempo de tratamiento.
Ahora era demasiado tarde.