El rostro de Xu Qingqing se tornó de un súbito tono carmesí.
Sin embargo, dado que Zhou Yu ya la había visto una vez antes cuando trató su enfermedad, Xu Qingqing no se sintió excesivamente avergonzada esta vez.
Rápidamente, Xu Qingqing se quitó la prenda superior.
En el momento que se quitó la blusa, Zhou Yu vio una débil marca justo debajo del pecho de Xu Qingqing, la cual era imposible que ella viera debido al gran tamaño de su busto, mirando hacia abajo.
Ella no podía descubrirla por sí misma, y era aún menos probable que otros la notaran.
La mirada de Zhou Yu se volvió intensa mientras decía,
—Qingqing, aguanta un momento.
Después de hablar, extendió su mano y presionó directamente sobre el lugar.
Al instante, el Qi Verdadero del Fuego Infernal surgió, y de la palma de la mano de Zhou Yu, una hebra de Qi oscuro se filtró entre sus dedos.