Zhou Yu aún no sabía que otro 30% de su salario había sido deducido.
En ese momento, acababa de llegar afuera del Hotel Cuatro Mares.
Hace una hora, estaba descansando en la oficina del cuarto departamento de ingeniería cuando Lv Fang llamó de repente, diciendo que iba a dejar Yancheng y quería comer con Zhou Yu, quien entonces aceptó.
Poco después, Lv Fang envió a un conductor para recoger a Zhou Yu.
En ese instante, en la entrada del Hotel Cuatro Mares, Lv Fang y su hijo Lv Kai estaban esperando.
Al ver llegar a Zhou Yu, Lv Kai corrió apresuradamente para abrirle personalmente la puerta del coche.
—Doctor Divino Zhou, gracias por venir —dijo Lv Kai con una humildad nunca antes vista, en marcado contraste con su habitual arrogancia.
—Vamos adentro; he reservado un salón privado.
Zhou Yu asintió.
Los tres entraron y se sentaron en el salón privado. Tan pronto como estuvieron sentados, Zhang Sheng, el dueño del Hotel Cuatro Mares, también llegó al conocer de su presencia.