En el salón privado.
Zhou Yu ya había terminado de examinar el cuerpo de Zheng Qiu.
La condición de Zheng Qiu era bastante grave.
Había sido golpeado antes, sufriendo múltiples lesiones internas, que se agravaron con varios choques de una pistola paralizante, resultando en coágulos de sangre por todo su cuerpo, especialmente un gran bulto en la parte trasera de su cabeza, que si no se manejaba adecuadamente, podría afectar directamente el resto de su vida.
Por suerte, se encontró con Zhou Yu.
Zhou Yu usó acupuntura para disolver rápidamente los coágulos de sangre en su interior y estabilizar sus lesiones.
Durante este proceso, Wang Miao y Chen Xingxing observaban al lado.
Ambos miraban en silencio atónito.
No solo Zhou Yu era feroz en una pelea, sino que también era hábil en medicina.
¿Qué clase de persona era él?
Comparados con Zhou Yu, se sentían inútiles.
—¿En qué están soñando despiertos ustedes dos? —la voz de Zhou Yu los sobresaltó a ambos.