Benjamín apretó los dientes vehementemente, pero se negó obstinadamente a reconocer la situación y realizó su movimiento.
Luego el juego terminó. Aunque Benjamín tenía una clara ventaja material: una reina, dos torres y un alfil de más, Hao Jian triunfó con jaque mate usando sus dos caballos y un alfil restantes.
Mirando fijamente el tablero de ajedrez que simbolizaba su derrota, Benjamín estaba completamente conmocionado. ¿Perdido? ¿Realmente había perdido?
Hao Jian se levantó, se sacudió la ropa y dijo indiferente a Benjamín, «Tu ofensiva es suficiente, pero te falta defensa y tu visión del conjunto es débil. Deja de llamarte a ti mismo un genio del ajedrez frente a mí de ahora en adelante, ¡porque simplemente no calificas!»
La cara de Benjamín se puso pálida, apretó los dientes, pero el peso total de su vergüenza lo dejó sin palabras.
—Wow wow wow.