Diana parecía al borde de la risa tras escuchar mi nombre, hey que no es mi culpa, mi madre no tiene mucho sentido para nombrar… No es como que yo haya nacido y elegido yo mismo mi nombre.
—Perseus… Thalasos… Jackson —repitió Diana con las comisuras de la boca temblando por la sonrisa que contenía— Perseus del Mar Jackson… Bueno… Supongo que había que especificar… No querrías ser confundido con Perseus el hijo de Zeus… —Su voz temblaba un poco, vamos si quieres reírte, solo ríe.
—Si, si… es gracioso, solo ríe —dije un poco exasperado, ese es uno de los motivos por los que solo uso Percy, mi nombre es anticuado y parece ligeramente una broma para quienes conocen su mitología— Tengo que revisar como esta Siopí, luego supongo que podemos tener esa conversación.
Camine de regreso al lago dejando a Diana y al idiota en pijama azul solos. Escuche que otros miembros del grupo con el que llego Diana se unían a ellos para pedir un reporte de la situación o algo así. No me importa.
Me agache junto a la orilla del Lago del Silencio y llame a Siopí con mis poderes.
La pequeña náyade emergió del agua mirando en todas direcciones.
—¿Los tipos malos no están? —pregunto con su infantil e inocente vocecilla.
—El Minotauro está de vuelta en el Tartaro —le dije— Y el tonto con el mono azul no puede hacerte nada, creo que mi prima podría golpearlo si trata de pelear otra vez.
—Siopí está feliz, pero el lago de Siopí sigue roto —sé que quejo la niña señalando al cráter que extendía ligeramente su lago.
Le acaricie la cabeza para calmarla.
—Los mortales lo arreglaran pronto —le informe— ¿Cómo estás?
La pequeña náyade pareció pensar por un momento antes de asentir y mirarme con sus grandes ojos inocentes.
—Siopí está bien, Siopí ahora tiene hermanas —anuncio la niña náyade con una sonrisa.
—¿Eh? —respondí con elocuencia— ¿Creía que no había más náyades?
—No había, Siopí es la mayor —anuncio la niña con orgullo.
—Y… ¿de qué cuerpos de agua son estas náyades? —pregunté un poco preocupado, ya tenía una pequeña idea de donde podrían haber nacido otros espíritus, es decir, no me contuve ni un poco al cruzar el East River ni el Hudson.
—Son de los ríos —dijo antes de señalar en sus direcciones relativas.
Sip, al parecer creé más náyades por accidente.
Diana y su grupo parecían haberse acercado a mitad de mi conversación.
Y Supes no encontró nada mejor que interrumpir groseramente una charla entre un hijo de Poseidón y una náyade que fue perjudicada por sus propias acciones.
—¿Qué clase de criatura es esa? —pregunto Superman detrás de mí.
—Ella… es una náyade —le respondí con una mirada que prometía dolor si no se comporta, ya saben, la mirada que debes usar con un hijo de Hermes para que no robe tus cosas.
—No ha habido espíritus de la naturaleza en siglos —dijo Diana mientras miraba sorprendida a Siopí.
—Pues ahora hay tres —anuncie— como que mis poderes crean espíritus del agua cuando los uso sobre cuerpos de agua dulce o ríos. Antes no sucedía, o bueno, supongo que en mi mundo había náyades en cada lago, rio, y riachuelo, así que no había nada que crear.
—¿Qué tan poderosos son estos… espíritus de la naturaleza? —pregunto un hombre con un traje pegado al cuerpo, pero que parecía una especia de armadura táctica de color negro y gris grafito, cool.
—Son espíritus de la Naturaleza, no son más poderosos que un mortal común, y a menos que un dios o semidios vinculado a ese aspecto de la naturaleza especifico que encarna la ninfa les dé una orden, simplemente se quedan allí, disfrutando de sus vidas semi inmortales mientras su fuente de vida exista —explique más o menos como entendía el concepto— las náyades, oceánidas, oceánides, creneas, heleades y nereidas sirven a la corte de Poseidón directa o indirectamente. Si se les ordena pelear pueden controlar sus fuentes de vida como armas. Siopí, podría mover toda el agua de su lago, por ejemplo.
—Ya veo —contesto el hombre con un tono firme pero pensativo.
—Ya que has despejado tu principal preocupación, Batman, qué tal si nos ponemos en marcha —dijo Diana entonces— supongo que ya terminaste de revisar el estado de… ¿Siopí?
Asentí y me despedí de la pequeña náyade.
—Bien, entonces, ¿A dónde vamos? —pregunte, antes de mirar al resto de grupo, Batman el hombre del traje táctico negro, y luego otros tipos con leotardos tan ridículos como el de Supes.
Uno vestía de verde y negro con un spandex que parecía pegado completamente a su piel; y estaba otro tipo vestido con un pijama rojo parecía tener TDAH saltando de un lado a otro sin quedarse quieto ni un instante, un tipo rubio con un traje de escamas como si tratara de parecerse a un pez bronce anaranjado arriba, y bronce oxidado y verdoso abajo que se sentía como uno de los miles de tritones al servicio de mi hermano Triton. También estaba un tipo verde con un traje que si parecía un super traje.
—¿Qué les pasa a todos con el spandex? —pregunte desconcertado.
Batman pareció molesto por eso, y me dirigió una muy seria mirada mortal.
—Mi traje no está hecho de spandex. Es un traje de fibra de triple Klevar reforzado con un tejido de titanio y fibra de carbono de alta resistencia —dijo con un tono super serio— Los otros no tienen excusa.
—Hey, no me refería a ti, el tuyo es genial, y funcional —conteste— Parece un tipo de armadura. Me refería a los otros, spandex azul, spandex verde y negro, pijama rojo, y al señor escamas de pez. El tipo verde con la capa azul se ve genial, eso sí parece un super traje.
—¡Hey! —grito el del pijama rojo—¿Qué tiene mi traje? Es super funcional, está hecho de una tela que emula el recubrimiento de un cohete para no quemarse en la reentrada a la atmosfera, soporta la fricción que mi velocidad produce —añadió con una cadencia tal que era difícil separar sus palabras entre si— ¡Y al menos no es solo una capa y ropa interior! —dijo apuntando al tipo verde con el traje que me pareció genial.
—¿Qué no parece un pijama? —le respondí al tipo de rojo— ¡Y su traje es genial! ¡Es como lo que usaría un guerrero espartano cuando no estaban en guerra!
—¡Oh, vamos, chico! —dijo dramáticamente el tipo hiperactivo— No está bien, nada bien, tu sentido de la estética está roto o algo —dijo antes de moverse en un instante para estar frente a mi ofreciéndome su mano— Soy, Flash, por cierto, un gusto, Perseus.
Le devolví el saludo, parecía agradable, aunque su traje fuera ridículo, pero si a él le servía, supongo que está bien.
—Les dije que mi traje era estéticamente adecuado —presumió el hombre verde— Soy Martian Manhunter, es un placer conocer a un joven héroe como tú.
Le respondí con un asentimiento a modo de saludo.
Y el hombre de spandex verde y negro que brillaba como una lampara fue el siguiente.
—Y yo soy Hal Jordán, del Cuerpo de Linternas Verdes —anuncio— nunca espere conocer a un Antiguo Dios en persona.
— ¿Eh? Antiguo Dios… ¿se refiere a mí? —dije desconcertado, pero en serio, pueden culparme, soy un mero semidios, y nunca jamás de los jamases quisiera convertirme en un dios.
Diana también parecía desconcertada, y me miro como si quisiera diseccionarme, créanme conozco esa mirada, un hijo de Atenea la tenía cada vez que hablábamos, y Atenea misma era igual.
—No, estoy bastante segura de que es como yo, un semidios, solo que más poderoso en cuanto a su conexión con los dominios de su padre divino —anuncio Diana— por cierto, Perseus, mi nombre de heroína es Mujer Maravilla, pero mi identidad no es secreta, puedes usar mi nombre en público cuando estoy de servicio.
—¿Eh? —ahora el tal, Hal Jordán el que parecía desconcertado— según mi anillo su nivel de energía y la naturaleza de la misma está al nivel de los Viejos Dioses…
Eso era todo, ya entendía el porqué de su confusión.
—Oh, eso, supongo que debería haber sido más específico —dije con un poco de vergüenza— nunca me ha gustado presumir, pero sí, aquí vamos. Hola a todos, soy Perseus Thalasos Jackson, pueden llamarme Percy, soy el hijo más poderoso de Poseidón a pesar de ser un semidios. Solo que los mortales no pueden usar tanto poder, así que, aunque se supone que mi poder está a niveles similares a los Olímpicos de Segunda generación, no puedo ejercer más poder que un pequeño Dios Menor.
Batman me miro como si hubiera asesinado a su pez dorado.
—Entonces, para ser claros —comenzó con un tono oscuro y ominoso— eres un semidios griego que ejerce niveles divinos de poder, sigues siendo un adolescente, y como héroe griego fuiste entrenado para matar a tus adversarios.
—Si, sip, y sipi —respondí afirmativamente tan serio como podía ser.
Batman pareció haber mordido algo amargo, y también parecía bastante molesto e insultado, pero vamos, hombre, le respondí, habría sido peor si lo ignoraba, ¿no? Es más respeto del que le doy a algunos dioses.
—Continuaremos esta conversación en otro lugar —anuncio— Diana, vigila que tu… primo no cause demasiados problemas.
Y así fue como nos dirigimos al Empire State, donde, en un piso subterráneo Bats presionó un par de botones en una computadora y de repente aparecimos en lo que parecía un salón, con sala de estar, estanterías y sillones. Rodeado de cristales como si fuera una exhibición de un zoo, donde podía ver a varias docenas de turistas mirando hacia aquí desde el otro lado.
"Reconocido, Batman-02, Superman-01, Mujer Maravilla-03, Flash-05, Aquaman-06, Martian Manhunter-07, Linterna Verde-13"
Los miembros del equipo de superhéroes raritos llegaron detrás de mí. Y me indicaron que tomara asiento para continuar charlando.
—Creo que hablo por todos los miembros presentes de la Liga de la Justicia, que tú presencia y la del Minotauro levantan muchas alarmas en lo que respecta a la seguridad de este mundo —comenzó Bats— No obstante, no pareces tener malas intenciones, y aunque hayas… golpeado a Superman, no buscabas causarle daños duraderos. —continuo con un tono de autoridad que ni Drama Queen Zeus era capaz de usar— ahora, habla. Necesitamos una explicación completa de la situación, tuya y de los… Viejos Dioses que afirmas han regresado a este mundo.
—No creo que a Arty, o a Atenea les guste que les digan viejas —dije con diversión, solo para callarme al ver la mirada de muerte de Batman y la expresión de exasperación de Diana— err… si, supongo que tendría que comenzar por la Primera Gran profecía en la que estuve involucrado.
Diana uso su ¿lazo? dorado para envolverme antes de comenzar, cuando la mire con una expresión de desconcierto ella me miro con seriedad y dijo.
—Este es el lazo de la verdad, todo lo que digas mientras estes bajo su influencia será verdadero, no puedes mentir —anuncio— Ahora, ¿podrías contarnos tu historia? —pregunto con tono autoritario.
Bueno, eso era lo que pretendía desde el inicio, así que tome aire y trate de ordenar mis ideas, y así me puse a narrar.
—Tenía doce años y vaporicé por accidente a mi profesora de introducción al algebra —comencé relatando, pero a Bats no pareció agradarle mi estilo, aunque todo era cierto —solo deja que continue, tendrá sentido, lo prometo— suplique ya que realmente no sé de qué otra forma podría narrar las cosas— bien, entonces… Yo no tenía idea de que era un semidios, hasta que, en un viaje a un museo, vaporicé a mi profesora de algebra con un bolígrafo que es en realidad esta espada —dije antes de sacar a Anaklusmos y enseñárselas.
Batman parecía molesto, Diana intrigada, mientras que los otros parecían divertidos, Superman tenía el ceño fruncido, pero escuchaba atentamente.
—Así que, justo después de eso, mi profe de mitología grecorromana se hizo el desentendido, y mi amigo Grover fingió que nada pasaba —añadí con nostalgia— verán en mi mundo cuando un semidios o mestizo aprende que es un mestizo, comienza a conectar con los dominios de su padre divino y emiten una señal a todos los monstruos míticos en un radio que varía dependiendo del poder del semidios.
—Así que Quirón, y Grover trataban de protegerme, pero no funciono porque descubrí que Grover era un sátiro, y luego acabe teniendo que ir al Campamento para semidiose, el Minotauro apareció y secuestro a mi madre, así que lo mate sin haber entrenado un solo día, luego tuve que ir a los Ángeles para confirmar si mi tío Hades no se había robado o no el Rayo de Zeus, porque Zeus quería ir a la Guerra con mi padre Poseidón porque le robaron su petardo sobredimensionado. Al final, en la playa de Santa Mónica pelee con Ares que estaba bajo el control de Cronos y recupere el rayo luego de patearle el trasero al dios de la Guerra.
—¿Derrotaste a Ares? —pregunto Diana sorprendida.
—Si, y solo tenía doce años, y unas semanas de entrenamiento de combate —especifique— para ser un dios de la Guerra el idiota no sabe pelear, y su técnica de esgrima es la de un aficionado, además no tiene cerebro, ¿Quién en su sano juicio enfrenta a un hijo de Poseidón en la playa, y luego se adentra en el mar siguiéndolo?
—Eso es… sorprendente… yo también derrote a Ares, fue un duro oponente —comentó Diana.
—¿Cuándo específicamente sucedió? —pregunte de regreso.
—Durante la Segunda Guerra Mundial —fue la respuesta.
—Oh, eso lo explica, el idiota puede ser inútil en una pelea por lo general, pero la guerra alimenta sus poderes, así que en la Segunda Guerra Mundial debía ser mucho más poderoso, además no tenías ventajas, ambos son hijos de Zeus, y él era un dios de la Guerra durante la guerra más grande la historia hasta ahora —explique.
—Todo eso es interesante, pero creo que deberías continuar tu historia —interrumpió Batman.
—Si, si, aligerate un poco, Bats, si quieres te enseño a surfear tal vez te ayude a relajarte, estoy seguro de que puedo hacer que el mar nos de las mejores olas —le dije con mi tradicional descaro, aunque reanude mi historia rápidamente— ese fue mi primer verano como semidios consiente de ser un semidios, el año siguiente fue menos estresante, pero bueno, Luke hijo de Hermes era un traidor, enveneno el Árbol de Thalía, Thalía era una hija de Zeus que Zeus convirtió en un árbol mágico que emitía una barrera para bloquear a los Monstruos que trataban de entrar al campamento…
Continue relatando mi historia con un estilo un tanto peculiar para resumirlo todo, no es algo que puedan reclamarme, realmente odio la formalidad y todas esas tonterías.
Pronto había llegado al año del secuestro de Annabeth y Artemisa, realmente pasaron muchas cosas en muy poco tiempo, ahora que lo pienso.
—… las cosas empezaron cuando encontramos a dos hijos de Hades, que habían nacido durante la Segunda Guerra Mundial, y que aun tenían diez y doce años, ellos habían estado en un lugar de dilatación temporal, la Guarida de los Comedores de Loto, que en mi época se hacía llamar Casino Hotel Lotus —continue con el tercer año de mi historia como semidios— mi amiga hija de Atenea fue secuestrada por una Mantícora, y luego Artemisa, la diosa doncella odiadora de hombres acabo rescatándola del peso del Cielo, pero se quedó atrapada, así que hubo una misión, fue la primera misión donde los miembros del grupo murieron. Bianca hija de Hades se perdió en el desierto, asesinada por un prototipo defectuoso de Talos. Y Zoé Nightshade hija de Atlas y la cuarta Hesperide murió por mano paterna. Yo levante el peso del cielo para permitir que Artemisa peleara, y por eso tengo un mechón de pelo blanco, el esfuerzo era inhumano, o algo así. Altas volvió a su castigo conteniendo la caída de Urano. Y termino el año.
—Tu historia… —Diana estaba sin palabras— …todo eso empequeñece las proezas de Heracles.
—No me menciones a ese bastardo, por favor, si hubiera podido lo golpearía hasta desvanecerse —respondí con un tono frio— ese idiota está sobrevalorado, y era un completo imbécil sin una pizca de decencia.
Suspire, no era correcto descargar mi ira hacia Heracles con otros, pero realmente ese idiota da una mala reputación a los héroes, y más específicamente a los héroes masculinos.
Termine de relatar mi Primera Gran Profecía, y parecía que todos estaban más o menos perturbados. Bueno, es de esperarse cuando literalmente les cuentas sobre una guerra con niños soldados peleando con otros niños soldados y monstruos míticos.
Rápidamente comencé mi relato sobre la Profecía de los Siete, incluyendo como Hera me robo la memoria y me envió a jugar con los romanos en su extraño programa de intercambio involuntario.
—…para ese punto estaba saliendo con la hija de Atenea que he estado mencionando, pero ella se obsesiono con recuperar la Atenea Pártenos original que fue robada por los romanos, peleó con Aracne y cayó al Tartaro, yo salte detrás de ella — me tome un poco de tiempo para ordenar lo que diría sobre mi estancia en el pozo, pero al final me decante por decirlo de la forma más directa.
—Así fue como en el Tartaro mate y torture a Aclis la diosa del veneno y la miseria. La perra se lo merecía —dije rotundamente, escandalizando a casi todos los presentes, talvez no es una buena idea admitir que disfrutaste de torturar y asesinar a alguien, pero, en fin, allá ellos si son demasiado débiles para escucharlo.
Superman me miro con el ceño fruncido y parecía haber encontrado un tesoro en el lecho arcilloso de un rio.
—Entonces confiesas que disfrutas matar y torturar a tus victimas —declaro con tono de niño bien juzgador mal perdedor, ya saben, como el que usa Atenea cuando alguien es más listo que ella.
Lo mire ligeramente antes de ignorarlo.
—Este tiene menos comprensión de escuchas que yo de lectura, y tengo una dislexia severa —dije en tono de broma— Creo que me explique lo suficientemente bien, ¿o quizás necesitas una cita de juegos con Aclis para ver como van las cosas cuando seas tú el que está siendo arrastrado a la muerte de forma lenta y dolorosa?
Su mirada aun estaba enfocada en mí, y parecía no estar de acuerdo para nada.
—Superman tiene motivos para preocuparse —intercedió Batman— No obstante, creo que lo mas prudente es considerar también el contexto, y el hecho de que al parecer los semidioses de tu mundo operan según otros estándares.
Asentí, y vi que Superman parecía querer protestar, pero se contuvo ante una mirada de Batman.
Así que continue mi relato, hasta que por fin llegue a la parte en que, tras la derrota total de los Dioses contra Gaia, los Gigantes, y luego contra el Triunvirato y Tarquino; decidieron cruzar de regreso a este mundo que al parecer hasta hace unos siglos vigilaban a tiempo parcial.
—Luego en las noticias vi al cerebro de bistec peleando y ganando contra super pijama azul, al inicio no iba a ir y solo pensaba disfrutar el espectáculo, pero luego Super-Idiota asusto a una náyade, la única que existía en ese momento, y causo daños menores a su cuerpo de agua, así que, como hijo de Poseidón, fui allí para patear traseros, un trasero vacuno, y un trasero en spandex —terminé mi relato— luego me trajeron aquí, y les conté mi historia.
Flash parecía al borde de la risa mientras miraba a Superman, mientras que el resto parecía completamente serio. Supes por su parte parecía molesto por como termine mi historia.
—Considerando que toda tu historia fue relatada bajo la influencia del lazo de la Mujer Maravilla, no tenemos otra opción sino creer en tu historia —anuncio Batman hablando por su grupo— Si bien los individuos con superpoderes no son raros en este mundo, espero que seas capaz de moderarte, y en que no usaras tus poderes con motivos nefastos.
Asentí con la cabeza con una sonrisa torcida en mi cara.
—Mira Batsy, eso puedo jurarlo sobre el Rio Estigio si quieres —le dije— No es que me guste eso del poder, o que tenga alguna tontería como orgullo excesivo, o que quiera conquistar a los mortales. Mientras pueda estar tranquilo y no me molesten, podría quedarme en casa y fingir que soy completamente normal.
—No estamos diciendo que no puedas usar tus poderes, solo que no abuses de ellos, Perseus —explico Diana— De ser posible, incluso seria bienvenido si te encargaras de ciertas amenazas cercanas al lugar en que residas, muchos miembros de la liga hacen eso mismo.
—Si lo haces, debes comprender que en este mundo no matamos simplemente a los villanos —informo Batman— Puede que los monstruos griegos sean diferentes, pero el resto está fuera de los límites.
—Descuida, no suelo matar —respondí— las únicas veces que he matado personas fue a otros semidioses, y fue durante una guerra literal. Los monstruos no cuentan, porque de cualquier forma no se quedan muertos. Aclis fue una cuestión de vida o muerte, y estaba demasiado cansado para limitar mis poderes a una fuerza no letal. No pensaba con claridad en realidad.
—En ese caso, supongo que podemos dejar que te vayas —declaro Batman— Diana, si esta despuesta podría servir como un punto de contacto con la Liga, además, necesitaras a alguien que te oriente sobre las diferencias entre este mundo y tu mundo anterior.
Lo mire con intriga.
—¿Cómo pueden creer tan fácilmente que vengo de un mundo paralelo a este? —pregunte.
—No sería lo más raro que ha pasado, tenemos un marciano, un alienígena de otro sistema solar distante, una semi diosa, varios magos y hechiceros, e incluso conozco al mismísimo Diablo, ¿Qué tendría de extraño un mundo paralelo? —cuestiono Batman.
—Touché —acepte— sabes, tengo una pregunta que he querido hacer desde que me trajeron aquí…
—¿De que se trata, chico? —preguntó Flash.
—¿Qué es este lugar? ¿Una especie de zoo? —pregunte— Se siente como si fuéramos animales en exhibición con todas esas personas mirándonos detrás de esos vidrios.
—Este es el Salón de la Justicia, un lugar donde los miembros de la Liga de la Justicia suelen venir a pasar el rato de vez en cuando —respondió esta vez el tipo llamao Hal.
—¿Por qué los turistas? —pregunte.
—La Liga necesita una fuente de ingresos básica —respondió Batman antes de indicarme que fuera hacia el punto en que llegue.
—¿Una trampa para turistas? —me cuestione antes de que Batman tecleara algo y un haz de luz se encendiera.
—…no creo que sea prudente dejar que alguien así campe a sus anchas— escuche decir a Superman antes de aparecer en otro lugar.
Menos de un segundo después, y me encontrara de regreso en el sótano en el Empire State que Bats uso para viajar a donde fuera que fuimos.
Senti que la primera version de este capitulo pecaba demasiado de volcar un resumen completo, mas o menos de los libros de Riordan hasta la Marca de Atenea, asi que hice una reescritura del tercer tercio, y creo que quedo bastante bien.
— Bab baru akan segera rilis — Tulis ulasan