Fu Yu Sheng quería golpear a Fu Yu Shen otra vez, pero no podía hacerlo, bueno, sí podía, pero sus oídos todavía retumbaban por todos los gritos que su hermano había dado hace solo media hora, que era la única razón por la que no arrastró a ese mocoso fuera de su cama y Bang Bang Bang y Boom Boom Boom.
—Segundo maestro, por favor cálmese, su personalidad... su personalidad está mostrándose... —El Viejo mayordomo Ke no tenía ningún problema con que su segundo maestro fuera un matón en su vida universitaria y no tenía ningún problema con el lenguaje vulgar que su segundo maestro usaba cuando estaba enojado, pero —miró furtivamente a los sirvientes en el primer piso que intentaban asomarse a la habitación y detuvo a Fu Yu Sheng antes de que estallara—. Por favor, tenga cuidado con su lenguaje en presencia de otros.