—Yun Fengzhi hizo una breve pausa—. El pasatiempo de tu madre es incluso más caro que comprar bolsos.
La situación había escalado al punto de que las empresas estaban siendo adquiridas por capricho.
—De todos modos, prepárate —dijo Xie Yu casualmente—. Me voy a Glenn en unos días, y no habrá nadie para compartir la carga contigo. Estás por tu cuenta.
Esto no era precisamente una buena noticia para Yun Fengzhi.
—En ese caso, Xie Yu, discutamos esto —sugirió Yun Fengzhi—. Compraré Entretenimiento Shengxing, y tú puedes unirte y convertirte en la estrella principal. ¿Qué te parece?
—No —rechazó Xie Yu fríamente.
Antes de que Yun Fengzhi pudiera persuadirlo más, llegó la llamada de Xie Yanqiu.
—Fengzhi, ¿por qué no compras Entretenimiento Shengxing? La agencia actual de Qingqing no es buena; cambia a una nueva.
Yun Fengzhi se quedó sin palabras.
Antes de que pudiera responder, la voz de una joven se escuchó.