Después del calor inicial del reencuentro, el ambiente se volvió tenso cuando Anne notó un cambio en el comportamiento de Aarón y Nicky. Intercambiaron miradas cautelosas.
Anne presintió que algo andaba mal. Podía sentir el peso no dicho que colgaba entre ellos, la tensión zumbando justo debajo de la superficie. Por fin, Aarón tomó un profundo respiro, sus ojos se fijaron en los de ella.
—Anne —empezó, su voz era firme pero con un filo de urgencia—. Hay algo que necesitamos decirte.
Nicky se movía inquieta a su lado, sus manos se retorcían delante de ella mientras miraba a su hermano antes de dirigir su vista hacia Anne con preocupación.
—Se trata del Alfa Jackson.
—Está furioso —agregó Nicky, su voz más baja pero llena de emoción—. Está enojado con nosotros y contigo.
El ceño de Anne se frunció mientras estudiaba a ambos. —Eso es obvio.