—¡Zas! ¡Zas!
Antes de que pudiera terminar sus palabras, todos vieron a Lu Qiubo enojada saltar del carro de bueyes y le dio dos fuertes bofetadas, una en cada mejilla.
—¡Bestia! ¿Cómo te atreves a ser tan arrogante? ¡De ahora en adelante, Chushui no tiene nada que ver contigo, su apellido es Lin, no un miembro de la familia Liu!
—¿Qué? ¿Cómo es esto posible?! —gritó Liu Baixiao.
Deseaba poder cambiar su propio apellido a Lin, para poder ir a la familia Lin a disfrutar de una vida de lujo. ¿Cómo iba a permitir que ese mocoso, Liu Chushui, obtuviera esta ventaja?
—Mamá, no, también deberías reconocer a Qingshui como tu nieto. Deberías traer a Qingshui de vuelta a casa. Deja a este...cosa aquí. ¡Qingshui, ven aquí! Tu abuela quiere llevarte...¡ah! —Antes de que pudiera terminar su exclamación en voz alta, vio a Lu Qiubo levantar el pie y patearlo en la pierna.