El Encuentro con la Profecía
El viento soplaba con suavidad, acariciando las hojas del Árbol de la Vida mientras Izuku y Eirene se alejaban del claro. La energía del Éter aún palpitaba dentro de Izuku, un recordatorio constante de su nuevo poder y responsabilidad. Sin embargo, a medida que avanzaban, la sensación de paz que había sentido al conectarse con el Árbol de la Vida comenzó a ser reemplazada por una creciente inquietud.El camino que seguían estaba bordeado por árboles altos y antiguos, cuyas ramas se entrelazaban sobre sus cabezas, creando un dosel natural que filtraba la luz de las estrellas. El ambiente se tornaba cada vez más denso, como si el aire estuviera cargado con una tensión invisible. Izuku no podía evitar sentirse observado, como si ojos invisibles siguieran cada uno de sus movimientos desde la penumbra del bosque."¿A dónde vamos?" preguntó Izuku, rompiendo el silencio que se había instalado entre ellos."A la Ciudad de Lysarion," respondió Eirene sin detenerse. "Es uno de los últimos bastiones de luz en este mundo. Allí se encuentra el Consejo de Sabios, quienes te ayudarán a comprender tu destino."Izuku asintió, aunque la idea de un "Consejo de Sabios" le parecía algo sacado de una historia antigua. Todo en este mundo le resultaba nuevo y extraño, pero sabía que debía confiar en Eirene. Ella parecía conocerlo todo sobre Eryndor y sobre él mismo, incluso cosas que él aún no comprendía completamente.A medida que avanzaban, el paisaje comenzó a cambiar. Los árboles altos y frondosos fueron reemplazados por una vegetación más espesa y retorcida, y el suelo se volvió más irregular, como si estuvieran entrando en un territorio menos amigable. El aire se enfrió, y la luz de las estrellas parecía más tenue, casi apagada."Eirene," dijo Izuku después de un rato, su voz cargada de curiosidad y una pizca de preocupación, "¿qué es exactamente lo que hace el Consejo de Sabios? ¿Por qué necesitan verme?"Eirene se detuvo por un momento, como si estuviera sopesando sus palabras antes de responder. Cuando finalmente habló, su tono era más serio. "El Consejo de Sabios es un grupo de los magos y eruditos más antiguos y sabios de Eryndor. Han protegido este mundo durante siglos, guiando a sus habitantes y preservando el equilibrio del Éter. Sin embargo, en los últimos años, han sentido un cambio en el flujo de la magia, una perturbación que ha empezado a desmoronar ese equilibrio."Izuku la miró, tratando de entender la magnitud de lo que estaba diciendo. "¿Y qué tiene eso que ver conmigo?""Hay una profecía," dijo Eirene, sus palabras pesadas con un significado oculto. "Una antigua profecía que habla de un Heraldo del Éter que llegará en los tiempos de mayor oscuridad. Alguien que no pertenece a este mundo, pero que será clave para salvarlo."Las palabras resonaron en la mente de Izuku, despertando más preguntas que respuestas. "¿Y ellos creen que soy yo? ¿Este Heraldo del que habla la profecía?"Eirene lo miró directamente a los ojos, su expresión tan intensa como su tono. "No solo lo creen, Izuku. Están seguros de ello. Y es por eso que debemos llegar a Lysarion. El Consejo necesita confirmarlo, pero si eres tú, si realmente eres el Heraldo, entonces tu papel en este mundo será más grande de lo que imaginas."Izuku bajó la mirada, sintiendo el peso de esa revelación caer sobre él como una losa. En su mundo, había luchado por ser un héroe, por hacer lo correcto a pesar de todas las dificultades. Pero ahora, en Eryndor, se enfrentaba a algo mucho más grande. "No sé si estoy preparado para esto," admitió en voz baja.Eirene puso una mano en su hombro, apretándolo ligeramente en un gesto de apoyo. "Nadie lo está, Izuku. Pero el hecho de que estés aquí, que el Éter te haya elegido, significa que tienes la fuerza para enfrentar lo que viene. Y no estarás solo en esta lucha."Izuku la miró, encontrando un consuelo inesperado en sus palabras. Respiró hondo, asintiendo con determinación renovada. "Tienes razón. No importa lo que venga, haré todo lo que pueda para proteger este mundo."Eirene sonrió levemente, luego volvió a dirigir su atención al camino que tenían por delante. "Estamos cerca," dijo mientras continuaban avanzando. "Prepárate, Izuku. Lysarion es un lugar de gran poder, pero también de grandes secretos."El camino comenzó a descender, y pronto se encontraron en una amplia planicie cubierta de hierba baja que brillaba con un leve resplandor plateado bajo la luz de las estrellas. A lo lejos, Izuku pudo ver las murallas de una ciudad que se alzaban como un faro en la oscuridad. Las torres altas y esbeltas se recortaban contra el cielo, y desde ellas emanaba una luz suave que iluminaba el entorno.Lysarion era imponente, una ciudad que parecía haber sido esculpida por los dioses mismos. Las murallas de piedra blanca reflejaban la luz de las estrellas, y las puertas, custodiadas por figuras talladas en relieve, parecían estar imbuidas con una magia antigua. A medida que se acercaban, Izuku pudo sentir una presencia, una energía que emanaba de la ciudad, vibrante y viva.Al llegar a las puertas, dos guardias ataviados con armaduras resplandecientes los detuvieron, cruzando sus lanzas frente a ellos. Eirene dio un paso adelante, inclinando la cabeza en señal de respeto. "Soy Eirene, guardiana de la luz, y este es Izuku Midoriya, el Heraldo del Éter. Hemos venido a ver al Consejo de Sabios."Los guardias intercambiaron miradas, luego asintieron y levantaron las lanzas, permitiéndoles el paso. "El Consejo los espera," dijo uno de ellos, su voz resonante en el aire nocturno.Eirene e Izuku cruzaron las puertas, entrando en la ciudad. Las calles estaban pavimentadas con piedras lisas que brillaban suavemente bajo la luz, y a ambos lados, edificios de una arquitectura magnífica se alzaban, adornados con detalles que reflejaban la historia y la cultura de un mundo antiguo.A pesar de la belleza de Lysarion, había una calma inquietante en el ambiente. Las calles estaban vacías, y las luces en las ventanas parpadeaban como si estuvieran vigilando el paso del tiempo. La ciudad parecía estar en espera, como si algo importante estuviera a punto de suceder.Finalmente, llegaron a una gran plaza en el centro de la ciudad. En el corazón de la plaza se encontraba un edificio circular, rodeado de columnas talladas con runas que brillaban con un resplandor azul. Era el lugar donde se reunía el Consejo de Sabios.Eirene guió a Izuku hacia las grandes puertas del edificio. A medida que se acercaban, las puertas se abrieron silenciosamente, revelando un gran salón iluminado por la luz de candelabros que flotaban en el aire, suspendidos por pura magia. En el centro del salón, un círculo de figuras encapuchadas los esperaba, sus rostros ocultos en las sombras.El corazón de Izuku comenzó a latir con fuerza mientras cruzaba el umbral. Sabía que este era un momento crucial, que lo que sucediera aquí determinaría su camino en este nuevo mundo. Eirene se detuvo a su lado, y juntos, avanzaron hasta quedar en el centro del círculo."Heraldo del Éter," la voz de una de las figuras resonó en el salón, profunda y reverberante. "Hemos esperado tu llegada por mucho tiempo. El destino del mundo recae sobre tus hombros."Izuku levantó la vista, intentando discernir los rostros de los sabios, pero las sombras parecían moverse alrededor de ellos, ocultando sus identidades. "No entiendo todo lo que está pasando," dijo con sinceridad. "Pero haré lo que sea necesario para ayudar.""Eso es lo que esperamos de ti," dijo otra voz, esta vez más suave, pero no menos autoritaria. "El Éter te ha elegido por una razón, y esa razón está escrita en la profecía."Eirene dio un paso adelante. _"Maestros, él es Izuku Midoriya, el joven que ha sido traído a Eryndor por el Éter. Ya ha demostrado su conexión con la magia de este mundo, y está dispuesto a aprender y a luchar por nosotros".La figura en el centro del círculo, que parecía ser el líder del Consejo, asintió lentamente. "Entonces, comenzaremos. La profecía de la que hablamos se ha transmitido a lo largo de las eras, pero pocos han sido testigos de su cumplimiento. Hoy, debes conocer lo que está en juego y lo que se espera de ti."Uno de los sabios levantó una mano, y una esfera de luz azul emergió del suelo, flotando en el aire. La esfera se expandió, proyectando imágenes en las paredes del salón. La visión mostraba un vasto paisaje de Eryndor, con bosques, montañas y ríos, pero también con sombras que se movían y oscurecían la tierra.Izuku observó en silencio, absorbiendo cada detalle. En las imágenes, el cielo estaba cubierto por nubes oscuras y relámpagos de energía negra desgarraban el firmamento. El Éter, que antes había sentido como una fuerza positiva, ahora parecía estar en agonía, luchando contra una marea de oscuridad que parecía consumir todo a su paso."¿Qué es eso?" preguntó Izuku, su voz temblorosa. "¿Qué está ocurriendo en Eryndor?"La figura del líder del Consejo habló de nuevo. "Esa es la visión del futuro que la profecía ha revelado. Eryndor está siendo consumido por una corrupción desconocida que amenaza con destruir todo lo que conocemos. La oscuridad se extiende y el Éter se debilita. Solo un Heraldo del Éter puede restaurar el equilibrio y detener la catástrofe que se avecina."Izuku frunció el ceño, tratando de procesar la magnitud de la amenaza. "¿Y qué se espera que haga yo para detener esto?"La imagen en la esfera cambió, mostrando un antiguo manuscrito con inscripciones en una lengua que Izuku no podía leer. La luz de la esfera iluminaba las palabras y símbolos, revelando una serie de instrucciones y profecías."La profecía habla de tres pruebas que debes superar para acceder al poder del Éter en su forma más pura," explicó otro sabio, su voz resonando con autoridad. "Cada prueba te pondrá a prueba no solo en fuerza, sino en sabiduría y en tu capacidad para tomar decisiones difíciles."La esfera mostró imágenes de cada prueba: una batalla contra criaturas monstruosas en un laberinto oscuro, una serie de acertijos y desafíos en un templo antiguo, y finalmente, una confrontación con una figura sombría en lo profundo de un volcán en erupción."Estas pruebas han sido diseñadas para evaluar tu valor y tu determinación," continuó el sabio. "Cada una te dará una clave para desbloquear el poder del Éter y fortalecer tu conexión con este mundo. Pero también te enfrentarás a desafíos que podrían quebrar tu espíritu si no estás preparado."Izuku sintió una oleada de determinación y ansiedad al mismo tiempo. "¿Cómo puedo prepararme para estas pruebas?" preguntó, mirando a Eirene."El primer paso es aprender a controlar y utilizar el poder que has recibido," respondió Eirene, su tono suave pero firme. "Debes entrenar y familiarizarte con la magia de Eryndor, y yo estaré aquí para guiarte en cada paso del camino. Pero recuerda, Izuku, no solo es tu fuerza lo que se pondrá a prueba. También será tu corazón y tu mente."Izuku asintió, comprendiendo la gravedad de lo que se le pedía. Sabía que no podía fallar; la supervivencia de Eryndor dependía de él. "Haré todo lo que pueda," dijo con firmeza. "Voy a enfrentar estas pruebas y salvar este mundo, no importa lo que cueste."El líder del Consejo hizo un gesto y la esfera de luz se desvaneció. Las figuras en las sombras comenzaron a moverse, y el líder habló una vez más. "Debes comenzar tu preparación de inmediato. El tiempo no está de tu lado, y la oscuridad crece con cada momento que pasa."Eirene tomó a Izuku de la mano y lo condujo fuera del salón. "Vamos," dijo mientras se dirigían a través de los pasillos del edificio circular. "Te llevaré a nuestro lugar de entrenamiento. Necesitas aprender a manejar tu poder antes de que te enfrentes a las pruebas."Mientras caminaban, Izuku no podía evitar sentirse abrumado por la enormidad de su misión. Cada paso que daba parecía llevarlo más cerca de un destino incierto, pero también más cerca de una esperanza que no sabía si podría alcanzar.El lugar de entrenamiento estaba en una torre alta dentro de Lysarion, un espacio amplio con paredes de piedra cubiertas de runas y símbolos mágicos. En el centro, había un círculo de invocación que brillaba con una luz dorada, y alrededor de él, varios objetos y artefactos mágicos estaban dispuestos en estantes."Aquí es donde comenzarás tu formación," dijo Eirene mientras lo conducía hacia el círculo. "Este es un lugar sagrado, donde la magia se manifiesta de manera más pura. Aquí podrás aprender a controlar tus habilidades y a prepararte para las pruebas que te esperan."Izuku observó el círculo de invocación con una mezcla de admiración y nerviosismo. "¿Por dónde empiezo?""Primero, debes familiarizarte con el uso básico de la magia del Éter," explicó Eirene, su tono tranquilo. "Concentrándote en el flujo de la energía, podrás realizar hechizos simples y aprender a manipular la magia a tu favor. Esto te permitirá aumentar tu poder y prepararte para los desafíos más grandes."Eirene le mostró cómo canalizar la energía del Éter a través de su cuerpo, guiándolo a través de una serie de ejercicios y prácticas. Izuku comenzó a sentir cómo la magia respondía a su voluntad, moviéndose a través de sus manos y envolviendo su cuerpo en una aura resplandeciente.A medida que avanzaba en su entrenamiento, Izuku empezó a sentirse más cómodo con sus nuevas habilidades. La magia era compleja y desafiante, pero también fascinante y poderosa. Cada éxito en sus prácticas le daba una sensación de logro, una confirmación de que estaba en el camino correcto.Pasaron horas, luego días, y el tiempo parecía diluirse en el flujo constante de entrenamiento y preparación. Eirene lo ayudó a mejorar su control sobre la magia y a entender mejor los secretos del Éter. A medida que se acercaba a la fecha de las pruebas, Izuku se sentía más preparado, aunque la incertidumbre seguía presente.Finalmente, llegó el momento en que Eirene lo llevó de nuevo al círculo de invocación. "Estás listo para enfrentar las pruebas," dijo con una sonrisa de aliento. "Recuerda, Izuku, tu fuerza no solo proviene del poder del Éter, sino también de tu corazón y tu determinación. Enfréntate a tus miedos y sigue adelante, y estarás un paso más cerca de cumplir tu destino."Izuku asintió con confianza, sintiendo la determinación arder dentro de él. Sabía que el camino por delante sería difícil, pero estaba listo para enfrentarlo. La oscuridad que amenazaba a Eryndor debía ser detenida, y él era el único que podía hacerlo.Con un último vistazo a Eirene, Izuku se preparó para el desafío que se avecinaba, sabiendo que las pruebas que enfrentarían pondrían a prueba no solo su poder, sino también su alma y su espíritu. El destino de Eryndor estaba en sus manos, y él estaba decidido a no fallar.Así comenzó la primera de las muchas pruebas que marcarían el destino de Eryndor y el de Izuku Midoriya, el Heraldo del Éter.