—No hay ninguna nota a lo largo del camino. Tal vez el viento la haya llevado, se cayó antes de que el muchacho de las flores llegara a la mansión, o al señor se le olvidó poner una —dijo Emmett.
Madeline pensó que era extraño puesto que Victor nunca había olvidado hacerlo. —Él sabe que las guardo en una caja. ¿Tan ocupado estará como para olvidarse de poner una? Él es quien necesita descansar. Prepárate, Emmett. Cuando el señor regrese, podría atraparlo en nuestra habitación y obligarlo a dormir. Pon las flores en nuestra habitación.
Madeline observó mientras Emmett levantaba el jarrón. Era hermoso como muchos de los que había usado antes. ¿Cuándo había encontrado tiempo para enviar a alguien por flores? Todo de lo que Victor hablaba últimamente era de proteger la mansión y las casas de sus parientes.