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Todas las miradas convergieron en él.
El joven era guapo, con una calidad algo femenina, especialmente las profundidades de sus ojos largos y estrechos que daban una vibra indescifrable y extremadamente peligrosa.
A su cintura colgaba una espada.
Parecía algo casual e indiferente.
—¡Finalmente aquí! —Zhao Yuefei suspiró aliviada—. Este bastardo lo está haciendo a propósito, ¿no es así? Intentando hacerme a mí y a Qin Jiang deberle un gran favor. ¡Qué imbécil!
Aun así se sintió bastante bien de que Ye Longchen hubiera aparecido.
Después de todo, como el segundo al mando de la Oficina de Artes Marciales, Ye Longchen no era alguien que actuara a la ligera.
¡Su presencia fue un golpe de gran fortuna!
—¡Vice Director Ye! —Zhang Haosheng también soltó un suspiro de alivio, sintiendo que el peso se levantaba de su corazón...
Chu Zhenxiao sintió el peligro acercándose por detrás.
Inmediatamente se dio la vuelta.
Sus ojos se estrecharon al ver.