—Hera no estaba sola en su ávido interés por las perspectivas agrícolas de los aldeanos —comentó el narrador—. Una multitud de espectadores sintonizaba la transmisión en vivo, todos rebosantes de entusiasmo por el conocimiento agrícola. Entre ellos había estudiantes de agricultura y entusiastas con aspiraciones de cultivar sus propias granjas en el patio trasero.
—¿Quién podría resistirse a sintonizar para absorber información tan valiosa y relacionada, accesible para casi todos? —se preguntaba uno de los estudiantes—. La comunicación sencilla de los aldeanos, desprovista de terminología compleja, hace que sus conocimientos sean fácilmente comprensibles y relacionables, atrayendo incluso a los niños.