Perspectiva en tercera persona contd..
[CONTENIDO PARA ADULTOS. SOLO PARA LECTORES DE 18 AÑOS DE EDAD O MÁS]
No era que no quisiera mover más su vestido, las manos atadas de ella impedían que el vestido se moviera. Él frunció el ceño, ya que no sabía cómo moverlo más. Una risita se le escapó de los labios a ella mientras miraba su ingenuidad.
—Debería haber atado tus manos más tarde —respondió él con el ceño fruncido al verla reírse de él.
Sus manos buscaron su vestido y él rasgó la parte delantera del vestido que llevaba como si fuera la mejor solución. Decir que ella estaba sorprendida sería quedarse corto. Ella nunca había pensado ni en sus sueños que él le rasgaría el vestido, y menos aún en el área pública.
El desgarrón del vestido produjo un sonido brusco y los ojos de Marianne se abrieron de par en par y su boca quedó abierta.
—¿Qué has hecho? —preguntó ella con un tono de incredulidad al no poder creer lo que le había sucedido.