—¿Qué fue eso? —estalló Miley mientras Jorge la alejaba de Noah y Brione.
—Estabas tardando mucho tiempo hablando con él —murmuró Jorge con los labios fruncidos—. Recordó cómo Miley había elogiado a Noah antes durante sus comidas con la familia y verla hablando seriamente con él le provocó celos.
—¿En serio? —suspiró Miley mientras intentaba suprimir su sonrisa—. Jorge se veía tan lindo cuando actuaba celoso, pero entonces él acababa de interrumpir una conversación importante que estaba teniendo con Noah, así que debía regañarlo.
—Oye... ¿A dónde vamos? —gritó Miley al notar que Jorge ya la estaba llevando lejos de donde se celebraba la fiesta y antes de que se diera cuenta ya estaban dentro del jardín laberinto de la señora Huang.
—Caminemos aquí un rato y disfrutemos de la noche aquí. Está demasiado ruidoso allí. Además, de esta manera no podrás hablar mucho con ese Noah —murmuró Jorge. Miley se detuvo, soltó su mano y lo miró fijamente.