```
[ADVERTENCIA: El siguiente contenido tiene material sexual.]
Elías se despertó solo. No pensó que se quedaría dormido esperando a que ella despertara. Los Pura-Sangres como él no necesitaban dormir, pero cuanto más tiempo pasaba con ella, más "humano" se sentía. Cuando tocó la cama, esperando su suave piel, y no sintió nada, sus ojos se abrieron de golpe.
Elías salió disparado de su silla, girando en incredulidad. La cama estaba fría. Lo había dejado. Mil posibilidades pasaron por su cabeza. ¿Fue secuestrada? Las ventanas estaban cerradas con llave. ¿Huyó? Estaba embarazada de su hijo. ¿A dónde fue?
El corazón de Elías latía aceleradamente y, por primera vez, sintió un miedo crudo. Entró a la fuerza en el baño y abrió las puertas, encontrándolas vacías. Revisó el armario más cercano y lo encontró vacío. Ella no estaba en ningún lugar de la habitación.
—Así que has elegido huir —murmuró Elías entre dientes. Justo entonces, las puertas se cerraron suavemente y giró alrededor.