—Tiana sintió la bilis subir a su boca cuando los labios de él hicieron contacto con los suyos. Nunca se había sentido tan repugnada en toda su vida; reflejamente, abrió la boca para morder sus labios, pero antes de que sus dientes pudieran tocarlos, él la soltó.
—Una ráfaga de risa burlona resonó en la habitación mientras Liam se alejaba de ella, lamiéndose los labios.
—Wow, ya estoy adicto, no puedo esperar para poner mis manos sobre tu cuerpo, esto es lo que ese hijo de puta de tu hermano ha estado disfrutando todo este tiempo, jaja.
—Tiana sintió escalofríos recorrer su piel, y la náusea la invadió; en el siguiente segundo, giró la cabeza hacia un lado y vomitó sobre los azulejos.
—Tú... me besaste...
—El mero pensamiento de ello la enfermaba. Nunca en toda su vida pensó que besaría a otro hombre que no fuera Nicklaus, que no fuera su esposo. ¡Dios! Tiana luchó contra las lágrimas que se acumulaban en sus ojos; no quería darle el placer de verla sufrir.