—Quizás era mejor si Zhao Youlin no preguntaba —porque después de que Li escuchó su pregunta, fue como si se hubiera activado un interruptor. Puso pucheros y empezó a llorar en voz alta—. ¡Waah! ¡Chico de ensueño! ¡Chico de ensueño! ¡Chico de ensueño! ¡Mi chico de ensueño! ¿Cómo es que ya se ha ido? ¡Waah! Aún no he tenido la oportunidad de hablar con él. No he tenido la oportunidad de mirar su cara, que es tan guapa que incluso los dioses tienen envidia. Lo más importante, no he tenido la oportunidad de tocar sus abdominales de ocho paquetes. ¿Cómo es que ya se ha ido? ¡Waah!
Esta joven ya sentía resentimiento después de que Zhao Youlin la dejó atrás para lidiar con esos repulsivos viejos. Tuvo que esperar hasta que terminara la reunión para poder finalmente salir corriendo de la sala y encontrarse con su chico de ensueño durante unos minutos muy de cerca, no esperaba que su chico de ensueño no se encontrara por ningún lado en la empresa.