Después de unas cuantas botellas de vino, Xiao Ming no pudo resistir la picardía del vino. Estaba claramente borracho y su cara estaba roja. Miró a Huo Xiaoran confundido —¿Por qué no estás borracho aún?
Frente a él, Huo Xiaoran realizó su truco de magia a Xiao Ming. Resultó que cuando destapó la botella, había una pastilla que neutralizaba el alcohol.
Xiao Ming se levantó tambaleante y señaló a Huo Xiaoran —Todos dicen que eres recto y honesto. En mi opinión, realmente eres un lobo disfrazado de oveja.
Huo Xiaoran extendió la mano y presionó su hombro, obligándolo a sentarse. Sonrió y dijo —Primo, estás borracho.
Xiao Ming lo miró con recelo —Xiaoran, ¿qué quieres hacer después de tanto esfuerzo?
Los finos dedos de Huo Xiaoran tocaron su cabeza, y lo miró con una leve e inocente sonrisa. De repente, Xiao Ming sintió un dolor agudo en el cuero cabelludo y se dio cuenta que Huo Xiaoran le estaba jalando el pelo. La expresión de Xiao Ming cambió repentinamente.