En comparación con la aparición de ese hombre, sus lágrimas apretaban más fuerte su corazón y lo entristecían más.
Ella no se explicaba correctamente y estaba intentando encubrir algo pero... no vio ni un ápice de culpa en sus ojos.
En cambio, parecía ofendida por su interrogatorio.
Gu Weiwei tomó los brazos de Fu Hanzheng y apoyó su pequeño rostro contra su pecho mientras murmuraba.
—No estés triste ¿vale? Solo me gustas tú.
De verdad quiero dejar mi pasado atrás, cuando no te tenía y realmente espero abrazarte a ti y al futuro en el que estás involucrado.
Por eso tengo miedo de que descubras sobre mi pasado...
Fu Hanzheng bajó la cabeza y besó el suave cabello en la parte superior de su cabeza.
—¿Cuánto? —murmuró Gu Weiwei.
—Lo que te estoy diciendo es solo la punta del iceberg, de cuánto te adoro en lo profundo de mi corazón.
Me gustas tanto que tengo miedo de que algún día, tú ya no me quieras.