—Realmente debería cocinar… —Shen Fanxing extendió la mano para empujar a Bo Jinchuan, pero él le agarró las manos en su lugar. Sus palmas estaban ardientes.
Las pestañas de Shen Fanxing temblaron y ella no se atrevió a mirar de nuevo a los ojos de Bo Jinchuan.
—Lo hiciste… bien justo ahora —dijo Bo Jinchuan con voz profunda. Su voz era seductora.
Shen Fanxing lo miró de reojo y luego observó los mariscos que habían sido preparados.
—¿Todavía quieres que cocine?
—Está bien —sonó resignado.
Shen Fanxing movió los labios con una expresión conflictiva. Apretó los labios y miró a Bo Jinchuan durante un rato. Luego tiró de su mano y plantó un beso en su barbilla.
—Sal primero, te avisaré cuando haya terminado.
—Está bien.
—Será mejor que te cambies de ropa —le recordó Shen Fanxing.
—¿Qué pasará si no me cambio?
—Te molestaré, ¿qué más puedo hacer?
—Entonces no me cambiaré —Bo Jinchuan levantó una ceja y dijo.