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Gu Ming solo podía alejarse derrotado.
Xu Huan tomó suavemente la mano de Gu Dai, hablando en tono bajo —Tu Gran Tío y tu padre, aunque ambos son mis hijos, tienen caracteres muy distintos.
Gu Dai sirvió una taza de agua tibia para Xu Huan, consolándola con una voz suave —Abuela, no te enojes.
Después de beber el agua, Xu Huan suspiró y negó con la cabeza para indicar que no estaba enojada, luego continuó —Tu padre siempre fue inteligente y filial desde joven, mientras que tu Gran Tío es más egoísta. Solía ser más estricta con él, esperando corregir sus malos hábitos. Quizás usé el método equivocado; no ha cambiado en absoluto.
Xu Huan miró a Gu Dai y dijo —Es mi culpa por no haberlo educado bien, lo que llevó a Gu Ming a intimidarte y causarte tanto estrés.
Gu Dai abrazó a Xu Huan —Abuela, todo eso es cosa del pasado. No estés triste y no te culpes por todo.