Sin embargo, a Jiang An le gustaría simplemente relajarse en ese momento. Después de todo, tenía que ganarse su propio dinero para vivir. No estaba de ánimo para enamorarse o disfrutar de la vida. Sin embargo, la persona con la que se enfrentaba ahora se había convertido en el padre de sus hijos. Jiang An se sentía novedosa y perdida. Sujetaba la taza con fuerza en su mano.
Cuando Zou Bai vio la expresión de Jiang An, pensó en la información encontrada por el departamento de inteligencia y adivinó lo que Jiang An estaba pensando. Deliberadamente suavizó su voz y preguntó:
—¿O puedo preguntarte de otra manera? ¿Me odias? Puedes responderme con unas pocas palabras simples o con acciones.
Jiang An se relajó un poco al escuchar esto. Bajó los ojos y negó con la cabeza.
Zou Bai preguntó de nuevo:
—¿Te hice sentir incómoda durante nuestra interacción de hoy? ¿O insegura?
Jiang An recordó lo que había sucedido hoy. Todo parecía ir según el plan.