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Si Cheng no pudo comunicarse por teléfono, así que regresó al apartamento después del trabajo. Naturalmente, no había nadie allí. Con el fin de volver a casarse, no fue al trabajo por dos días consecutivos y se quedó apostado en la puerta para detenerla. Fue solo cuando se dio cuenta de que nadie entraba ni salía ni podía oír un rastro de movimiento dentro cuando se apoyó en la puerta que Si Cheng se dio cuenta de que Jiang An podría ya no estar quedándose aquí.
Después de buscar una oficina en la Ciudad Jingdu por unos días, Jiang An encontró unas buenas ubicaciones a través de un agente y se preparó para partir y echar un vistazo.
Li Mei instruyó a la ama de llaves, Madre Ning, para que organizara un coche. Luego, miró a Jiang An, que estaba a punto de irse, y dijo:
—Creo que es mejor que aproveches el tiempo para aprender a conducir un coche. Esta es una habilidad de supervivencia. Si pasa algo ahora, solo puedes mirar aunque tengas un coche.