La escena se congeló momentáneamente.
Especialmente cuando la mirada de Qin Lu se volvió hacia ella.
Nan Yan inexplicablemente sintió como si la hubieran atrapado haciendo algo travieso.
Shen Junqing, parado detrás de ella y aún sin notar la presencia de otra persona en la habitación, bromeaba alegremente con Nan Yan:
—Yan Yan, si necesitas dinero, solo dímelo. No tengo mucho, pero dinero tengo de sobra.
Nan Yan miró la cara intimidante de Qin Lu y rápidamente pateó a Shen Junqing, susurrando:
—Hermano, cállate.
El hombre sentado en el sofá escuchó el término "hermano" y un atisbo de frialdad apareció en lo más profundo de sus ojos.
Qué mocosilla tan sinvergüenza.
Como si tenerlo a él como hermano no fuera suficiente, incluso encontraba otros hermanos...
Originalmente, era un asunto trivial, pero Qin Lu no pudo evitar sentir cierto fastidio.
Shen Junqing siseó e instintivamente preguntó en voz baja:
—¿Qué pasa?