Parte 1
Alistair se encontraba lleno de vendajes luego de salir de su confinamiento en solitario.
Ya había vuelto a la casa Sur luego de 3 días, y pudo ver a Kenric bastante deprimido mirando hacia la nada bajo un árbol.
Alistair iba a hablarle pero fue rápidamente interrumpido por Ririna y Gabriel.
Ririna toco el hombro de Alistair y hablo.
- Lo mejor sería que no le hablaras en este momento, en tu ausencia, fue indudablemente rechazado por Ana.
Alistair solo puso una sonrisa forzada.
Gabriel toco su otro hombro.
- Lleva deprimido desde que fue rechazado, pobre Kenric.
Alistair solo pudo mirar fríamente a Gabriel y este pudo notarlo.
- ¿Pasa algo, Alistair?
- ¿Eh? No, nada.
Alistair rápidamente desvió la mirada de Gabriel, talvez se equivocó al escuchar, no creía que Gabriel pudiera matar a uno de sus compañeros.
Alistair se acercó a su amigo Kenric que se encontraba bastante decaído mirando al vacío.
El rostro de Alistair se puso en medio de la mirada de Kenric.
- Hola, amigo.
- …
- Ya escuche lo que paso del resto.
- …
- No te deprimas, pronto nos graduaremos y sin duda conocerás a alguna mujer que te valore, que sea un ángel para ti y tú para ella. ¿No crees?
Ante las palabras de Alistair, el rostro de Kenric se ilumino y rápidamente se puso de pie.
- ¡Tienes razón, pronto encontrare una mujer que me quiera por como soy, y nos casaremos y tendremos muchos hijos y seremos una familia feliz!
Alistair puso una sonrisa cálida.
- Así se habla viejo amigo.
- Gracias Alistair, y pensar que hace un año estábamos en el coliseo apunto de matarnos, jajaja.
- Sí, pero ahora somos camaradas.
Alistair y Kenric se dieron la mano mientras que el viento soplaba y las hojas del árbol empezaban a caer.
Parte 2
Rápidamente pasaron los días, el instructor Arne había vuelto a dar clase en la casa Sur con normalidad, lentamente los días volvían a la normalidad, y el evento donde Alistair peleo contra soldados patriarcales y descubrió una conspiración, eran días lejanos para él.
No hubo consecuencias reales.
O eso el creía.
Parte 3
Llego el día de la graduación.
Las fronteras del reino de la Lluvia estaban abiertas a los visitantes de los otros países.
La ciudad en estos momentos estaba lleno de extranjeros, tanto competidores como de turistas, era el gran evento.
Esto era un evento que ocurría una vez al año, para promover las buenas relaciones entre todos los países, pero eso no era todo, el objetivo real era regular y vigilar el poder militar de estos países y especialmente, ver qué clase de criaturas estos tenían, específicamente dragones.
El que controla los dragones, controla el mundo.
Esa era una frase muy común entre los grandes gobernantes de los países, incluso entre los soldados de estos.
Y como de costumbre, en este gran evento, el Reino del Fuego, del Hierro, Tortuga y Hielo no participaron. Así que el evento de graduación solo era entre los reinos de la Lluvia, Desierto, Tormenta y Espinas.
Parte 4
Alistair se encontraba en un carruaje junto al con algunos de sus compañeros de la casa Sur, de hecho todas los demás compañeros de las demás casas se encontraban dispersos en múltiples carruajes y sus compañeros bestias se encontraban también siendo transportadas en jaulas hacia algún lado.
Alistair miro por una de las fisuras del carruaje hacia afuera, iban por la ciudad y estaba llena de muchas personas con ropas distintas, eran extranjeros que vinieron para el evento de graduación.
Eventualmente llegaron a una especie de arena de combate que se encontraba en el reino del Desierto, un poco más allá de la frontera.
Todos los cadetes bajaron de los carruajes y entraron por un pasillo que los dirigía al centro de la arena de combate, el lugar estaba concurrido de visitantes de los distintos reinos participantes.
En el centro de la arena, los compañeros de los cadetes se acercaron a ellos, ya sea volando, corriendo o reptando.
En un extremo alto de la arena, dentro de una cúpula se encontraban sentados los respectivos gobernantes de los reinos participantes de tal evento.
El patriarca y gobernante del reino de la Lluvia, Godwin.
Una mujer esbelta de cabello negro y una expresión imponente, la gobernante del reino de Espinas, Berenice.
Un hombre alto, de piel morena y mirada fría, el gobernante del Desierto, Seti.
Un hombre corpulento, con una gran barba negra, el gobernante de las tormentas, Hatmeyth.
Estas 4 personas eran los que controlaban sus respectivos reinos y median el poder militar de sus países ''aliados''.
Desde el centro de la arena, Alistair solo tenía su mirada fija de Godwin, mientras apretaba sus puños, la rabia e incertidumbre lo invadía, ya no sabía en qué o quién creer, pero a la izquierda de Godwin, pudo ver a una hermosa mujer, la reina de espinas, Berenice. Al verla, recordó cuando la conoció hace mucho años, no pudo evitar sonreír y ver la hermosa mujer en que se había convertido.
Pero ahora Alistair no tenía tiempo de recordar el pasado, debía concentrarse en el evento de graduación, se montó rápidamente en el lomo Rakasha y se preparó para lo que viniera.
En la cúpula, Godwin se puso de pie y hablo frente a todos los espectadores.
- ¡Nos encontramos nuevamente en este gran evento de fin de año, donde nuestros mejores cadetes competirán entre ellos para ver quién es el mejor en una acalorada carrera a través del desierto junto a sus compañeros dragones u otra especie de bestia. Claramente el ganador al salir de su respectiva academia, tendrá un ascenso directo a capitán y se le asignara un grupo para liderar por su gran desempeño, pero más allá de eso, el honor de haber dejado a su país por todo lo alto y ser el orgullo de su nación!
Luego de que el patriarca Godwin diera el discurso de apertura, todo el público empezó a gritar eufóricamente, los demás gobernantes solo podían mirar de reojo al patriarca pero sin decir nada realmente.
Un soldado con una armadura plateada se acercó al grupo de cadetes y empezó a hablar en voz alta.
- ¡Deben superar la pista de obstáculos establecida, siempre deben seguir el circuito ya sea sobre tierra o aire, sin atajos ni saltarse la ruta, esto equivaldrá a una instantánea descalificación!
Todos los competidores empezaron a mirarse entre sí, Alistair pudo ver muchas caras conocidas, Ana, Erica, Tato, Darus y…
- Gabriel.
Gabriel se encontraba montado sobre su grifo.
Alistair claramente no confiaba en Gabriel, era muy sospechoso, pero decidió ignorarlo por ahora, debía concentrarse en la carrera.
Había muchas caras desconocidas montadas sobre distintos tipos de dragones, wyverns, serpientes gigantes, leones, lobos colosales y muchas otras cosas, el mundo era realmente grande.
El soldado de armadura plateada siguió hablando.
- A continuación daré la señal para el inicio de la carrera. Cuando baje mi mano, será la señal para que avancen.
Rápidamente el soldado bajo su mano, y con esto, dio inicio a la carrera de graduación.
Parte 5
La carrera había comenzado, desde criaturas aéreas hasta terrestres, el ambiente era perfecto para cualquier tipo de criatura, ya que el reino de la lluvia era llamado así por sus absurdas sequias, algún tipo de broma, últimamente el clima había cambiado, y ahora era más acorde a su nombre, lluvia, esto haría más difícil moverse en una carrera de este nivel para todos los participantes.
Alistair pudo notar que algunos concursantes que venían del extranjero tenían una especie de lentes, esto les daría más facilidad a la hora de moverse a gran velocidad evitando que el viento y cualquier tipo de obstáculo cayera en su vista.
Otros participantes llevaban apenas protección en sus cuerpos, mientras que los de la Lluvia tenían robustas armaduras, otros tenían ropas ligeras y protección solo en los codos y rodillas, y una especie de yelmo que solo cubrían sus cabezas pero no el rostro.
Todos esos detalles pudo notarlos Alistair en un instante mientras que la diferencia entre los rápidos y los lentos se hacía evidente.
- Ciertamente esos lentes se ven muy útiles para moverse a gran velocidad, aunque si le dijera a mi Rakasha que usara el modo ''Dios del rayo'' eso no sería problema, ya que los rayos eliminan cualquier resistencia del aire o cualquier cosa que se acerque a mis ojos a gran velocidad, pero, esa habilidad solo dura unos momentos, no me serviría para tener ventaja por mucho, debo guardar eso para el final.
Alistair solo veía como muchos competidores se iban alejando entre el desierto, ya hace un rato todos habían dejado la arena y ahora estaban en un circuito personalizado justo para esta carrera.
- ¡Rakasha, acelera!
Ante la orden, Rakasha acelero el paso poniéndose rápidamente entre los primeros lugares, definitivamente la especie de Rakasha era enfocada en la velocidad, rápidamente algo como un camaleón gigante se materializo al lado de Alistair y Rakasha, su jinete era una mujer con un traje de hojas de varios colores. El camaleón gigante lanzo un golpe con su lengua directamente al ojo de Rakasha haciendo que este perdiera visibilidad y velocidad, esto era totalmente legal en las reglas.
- Así que de esta forma quieres jugar.
Los competidores entraron a lo que al parecer fue un canal de un gran rio, pero ahora solo era una enorme grieta en el desierto, Rakasha empezó a saltar entre las rocas gigantes que se elevaban como columnas e impacto cerca del camaleón gigante y la mirada de Alistair y la jinete se cruzaron por un instante pudo ver una sonrisa en el rostro de la chica.
Aparte de su llamativo traje de hojas, la chica tenia esos lentes especiales pegados a su yelmo que solo cubría la parte superior de su cabeza como si fuera todo parte de un mismo sistema. Su cabello solo llegaba hasta los hombros, pero lo que llamaba la atención de Alistair, era el color rojizo de este y las pecas en el rostro de la chica.
- Primera vez que veo a alguien con ese aspecto.
Como si hubiera visto a través de él, la chica le hablo directamente a Alistair.
- ¿Qué pasa? ¿A caso te enamoraste de mí?
- ¡No digas estupideces!
Ante la respuesta de Alistair, la chica pelirroja solo se lamio los labios e inmediatamente el camaleón ataco con su lengua al mismo ojo de Rakasha.
Rakasha está con media visión pero inmediatamente lanzo una ráfaga de rayos desde su cuerpo lanzando al camaleón y su jinete contra los bordes del canal destruyendo varias columnas de rocas.
Pero del humo, el camaleón no salió de nuevo para atacar, había desaparecido.
Luego Rakasha sufrió un golpe de un costado mientras se movía a gran velocidad por el canal, luego sufrió otro impacto del lado contrario, ahora múltiples impactos de todas direcciones.
Alistair no entendía que pasaba.
Luego la respuesta apareció ante sus ojos.
Ahora eran dos.
Un segundo camaleón había aparecido con otro jinete muy parecido a la chica.
Cabello rojo, piel blanca con pecas.
El joven jinete del camaleón hablo.
- Hermana, vine a ayudarte porque te vi en muchos problemas, espero que no te moleste.
- ¿Ayudarme? Si lo tenía totalmente controlado.
Alistair solo miraba a los dos camaleones gigantes moverse rápidamente entre las rocas del canal.
- Mierda… Siguen llegando.
El camaleón de la chica uso su lengua para sujetar la pata de Rakasha y así evitar que escapara, y a continuación, el otro camaleón salto hacia Rakasha para dar un golpe contundente y sacar a Alistair de la carrera permanentemente.
Pero esta no era un enfrentamiento de 3 oponentes, era una carrera entre múltiples competidores.
Entonces ocurrió.
Un wyvern de color naranja pasó entre los camaleones evitando que atacaran a Rakasha lanzándolos lejos de él.
Rakasha rápidamente empezó a correr sobre los costados de la grieta esquivando múltiples bolas de fuego de varios dragones.
Las bolas de fuego impactaban sobre los costados de la grieta levantando polvo y rocas a lo que Alistair con sus brazos intentaba cubrirse de estas para evitar algún golpe en la cabeza.
Por un momento Alistair había olvidado de que se trataba todo esto, no era una batalla corriente, era un todos contra todos para saber quién era el mejor de los reinos.
Mientras que Rakasha seguía moviéndose a gran velocidad, un wyvern fue impactado por una llamarada de un dragón y este empezó a caer haciendo piruetas para intentar estabilizarse, sin lograr éxito. La cabeza del wyvern golpeo una de las columnas de roca perdiendo el conocimiento y ahora impactando contra Rakasha, ocasionando que Alistair saliera disparado por el aire.
El tiempo se detuvo por un instante para Alistair, solo podía ver como todos los dragones estaban inmóviles ya sea por el aire o por la tierra mientras se atacaban unos con otros, y luego de eso un destello llego hacia él.
Rakasha llego rápidamente en su ayuda cubierto de electricidad y lo recibió en su lomo.
- Gracias amigo.
Rakasha solo miro de reojo a Alistair y continuaron avanzando por el circuito.
Entre líneas 2
Berenice, Godwin, Seti y Hatmeyth: Estos eran los gobernantes del reino de Espinas, Lluvia, Desierto y Tormenta respectivamente.
- Me gusta tu nueva imagen.
Estas palabras venían de Godwin, e iban dirigidas a la princesa Berenice, ella sabía que se refería a su parche en su inexistente ojo derecho y su amputado brazo derecho.
Antes los ''halagos'' de Godwin, la princesa solo pudo entre cerrar su ojo izquierdo y apoyo su mentón sobre su puño izquierdo, luego de esto soltó una ligera sonrisa.
- ¿Te gusta? Me sucedió hace unos meses, resulta que un grupo sospechoso ataco directamente mi país, pero asumo que tú ya debes estar al tanto, ¿no? Godwin…
- No tengo la menor idea de que hablas. Explícame más a detalle, joven reina.
- Envié dos de mis soldados como espías hacia tu reino hace bastante tiempo (10 años aproximadamente), pero no volví a tener señal de ellos.
- Tu… Esa insolencia de tu parte.
Godwin se puso de pie repentinamente con gran enojo, mientras esto sucedía, Seti y Hatmeyth solo observaban un poco nerviosos mirándose el uno al otro mientras que Berenice lanzaba acusaciones de traición contra Godwin y este respondía con acusaciones de espionaje cuando se suponía que eran aliados.
El hombre corpulento de barba negra miro a Godwin y le hablo.
- Deberías sentarte nuevamente, patriarca. Estas dando una imagen desesperada a tu pueblo, y por supuesto, a nosotros, como si estuvieras ocultando algo. Aunque no apruebo las acciones de la reina tuerta y manca, ella tenía sus motivos, pero si no hiciste nada, no deberías dejarte llevar.
- …
Ante las palabras de Hatmeyth, Godwin solo entre cerro los ojos y se sentó en su lugar nuevamente, mientras que Berenice solo miraba a Hatmeyth con su único ojo mientras movía un poco su brazo protésico.
Berenice uso un telescopio para seguir viendo la carrera, el resto de gobernantes la siguieron y el tema quedo cerrado por ahora.
Parte 1
En otro lugar del circuito se encontraba Ana montada sobre su compañero, Hera, una especie de dragón emplumado con 4 alas. En este momento se encontraba rodeada de 4 jinetes sobre sus respectivos dragones, estos jinetes vestían túnicas que cubrían hasta su rostro, solo dejando a la vista los ojos, estos eran del reino del desierto.
- Mierda, esto es difícil, lidiar con 4 al mismo tiempo y no parar para no perder distancia con los demás competidores de la carrera.
Uno de los dragones del desierto lanzo una llamarada quemando una de las alas de Hera, a lo que este dio un gran rugido mientras perdia altura y caia en picada.
- ¡GRRRRRRRRRRRRRRRRRAAAAAAAAAAAAAAAHHHH!
- ¡HERRRRRRAAAAAAAAA MALDICIÓN!
Ana solo miraba todo el paisaje a su alrededor girara en espiral mientras sentía como los líquidos de su cuerpo querían salir de este, por cualquier orificio.
- No… No voy a perder aquí.
Rápidamente Ana uso las correas que estaban atadas hacia la cabeza de Hera para jalarla hacia arriba y tratar de recuperar el equilibrio.
Los 4 jinetes de la arena ya habían dado por hecho que Ana había caído y no se molestaron en mirar atrás por la velocidad, ellos eran un equipo, pero Ana estaba sola.
- ¡VAMOOOOOOOOOOS MALDICIONNNNNNNNN!
Hera ya se había estabilizado, pero seguía cayendo a toda velocidad, pero como si fuera un milagro, un wyvern se atravesó en la trayectoria de caída, y Hera aterrizo sobre la espalda de este, estrellándolo contra el suelo usándolo de colchón mientras que su jinete se azotaba una y otra vez contra el lomo de este.
Hera había aterrizado con éxito, y aparte del mareo, Ana se encontraba entera.
Ana dio un largo suspiro mientras que el sudor recorría su frente y le hablo a su compañero.
- Hera, ¿te encuentras bien?
Hera miro de reojo a Ana, y asintió como si entendiera sus palabras (porque realmente la entendía), a lo que Ana solo sonrió y hablo.
- Bien. Siendo así, Hera, elévate nuevamente, y devolvámosle a esos bastardos del desierto lo que nos hicieron el doble.
Hera cogió nuevamente impulso son sus patas traseras y empezó a volar, cuando cogió nuevamente velocidad, unas bolas de fuego impactaron cerca de ellos, más específicamente en unas columnas de roca que se encontraban cerca.
Las bolas de fuego fueron lanzadas por dos dragones que venían en dirección de Ana, al ver su ropa, que eran trajes de cuero gruesos y enormes botas, llego a la conclusión que eran del reino de la tormenta.
- Mierda, de donde salen tantos. ¡Hera, toma acción evasiva!
Ante la orden de su compañera, Hera empezó a girar en el aire como un torbellino para luego volar hacia arriba y posicionarse detrás de sus perseguidores de la tormenta. Los jinetes de estos giraron sus cabezas en dirección de Ana, pero fue muy tarde.
- ¡Hera, acábalos!
Hera se detuvo en seco en el aire, expandió sus dos pares de alas, y estas empezaron a brillar como si absorbieran la luz, o eso dio la impresión. Luego de la mandíbula de Hera empezó a salir un fuego blanco brillante.
Ana sonrió mientras miraba los ojos aterrorizados de los soldados de la tormenta.
- Este es un truco que solo se puede hacer una vez, y ustedes, fueron los afortunados. Adiós.
Parecía como si el fuego blanco goteara de la mandíbula del dragón emplumado, y lo siguiente que vieron los jinetes de la tormenta fue…
Luz.
Parte 2
Un rayo de luz salió disparado de la mandíbula del dragón emplumado de Ana.
Este rayo de luz que parecía ser fuego blanco o algún líquido a presión, no impacto directamente en los dragones de la tormenta, pero si paso lo suficientemente cerca para que hiciera a ambos dragones perder el equilibrio e impactar directamente contra las columnas de rocas dispersas por el canal.
El rayo de luz al impactar con algunas columnas de roca las corto en dos dejando un corte limpio con si hubieran sido impactadas con una espada gigante con un filo celestial o algo por el estilo, definitivamente era el ataque más fuerte de Hera, y por eso mismo, Ana había perdido.
Luego de ejecutar este ataque, el dragón emplumado de Ana fue perdiendo altitud progresivamente, hasta que finalmente aterrizaron en tierra.
- ¿Te encuentras bien Hera?
Hera asintió pero se veía muy agotada, definitivamente esa habilidad era un último recurso.
Hera poso su cabeza sobre el suelo y cerró los ojos lentamente, se había quedado dormida a lo que Ana simplemente suspiro mientras miraba al cielo mientras que los dragones pasaban volando bloqueando la luz del sol.
- Supongo que perdí, ja.
Parte 3
Gabriel volaba a toda velocidad en su grifo, se encontraba esquivando todos los oponentes sin realmente enfrentarse a alguno directamente.
- Ciertamente esto es difícil, ¿no crees? Grif.
Grif era el nombre que Gabriel le había puesto a su Grifo, algo minimalista, pero Gabriel era ese tipo de persona.
Pero en un instante Gabriel sintió un fuerte impacto que hizo que Grif se estrellara contra los bordes de la grieta.
El dueño de este ataque era un cadete llamado Leonhard, perteneciente a la casa Oeste, poseía una contextura robusta al igual que su dragón negro con destellos violetas, se podría decir que el jinete y el dragón eran muy similares físicamente.
- Mierda…
Gabriel tenía un poco de polvo encima por el impacto con el borde del acantilado.
Gabriel jalo las corres de su compañero e hizo que se abalanzara sobre el dragón de Leonhard haciendo que este impactara sobre el borde de la grieta, pero el Grifo de Gabriel seguía ejerciendo presión para seguir arrastrándolo toda la carrera de ser necesario.
Pero Gabriel no tuvo en cuenta que venía una curva cerrada en la grieta, haciendo que el Grifo perdiera el agarre y el equilibrio del dragón de Leonhard, y este rápidamente hizo un contraataque, haciendo que el dragón negro con destellos purpuras pegara un golpe en el pecho del grifo seguido de un mordisco en el cuello e impactarlo contra el otro lado de la grieta, repitiendo la misma acción que hace un momento estaba haciendo Gabriel en él.
- ¿Qué te parece Gabriel? Siempre quise ponerte contra las cuerdas.
- No es la primera vez, Leonhard, pero siempre me libero y salgo victorioso.
Con este intercambio de palabras, a costa de que su compañero recibiera más daño, Gabriel hizo que Grif forzara una voltereta haciendo que aunque el dragón de Leonhard no se separara del agarre en el cuello del grifo, logro impactarlo contra el borde de la grieta y hacer que Leonhard perdiera el agarre y se cayera al vacío.
Para sorpresa de Leonhard, no cayó en un abismo rocoso, cayó en un rio que pasaba por el lado de este circuito, que aunque no amortiguo del todo la caída, al menos estaba vivo, con algunos huesos rotos. Mientras que Leonhard se apoyaba en una roca del rio, solo veía como se acercaba su dragón a auxiliarlo.
Aunque su dragón todavía podía luchar, Leonhard tosió en su mano y vio una mancha de sangre en esta, al parecer tenía alguna hemorragia interna. Leonhard limpio su mano en el rio y toco suavemente la cabeza de su dragón mientras hablaba.
- Lo siento amigo, esta vez perdimos, je *tos tos*
Parte 4
Gabriel se limpió el sudor de su frente con la manga de su camisa.
- Ufff, eso estuvo difícil… ¿eh?
Gabriel noto algo, no tenía ningún perseguidor. En otras circunstancias hubiera sido algo bueno, pero en una carrera, esto no era para nada algo positivo.
- ¡Mierdaaaaaaaaa, me quede de último!
Gabriel se puso bastante ansioso mientras hacía que su Grifo acelerara.
En esta parte de la grieta, al haber un rio, mucha flora había crecido en esta parte del desierto, Gabriel había pasado de una enorme grieta desértica a una enorme grieta con mucha flora, varias lianas gruesas se extendían por la pista, a lo que Grif empezó a esquivar todas las lianas rápidamente con múltiples piruetas, y Gabriel pudo ver algo, varios jinetes y dragones estaban enredados por las enormes lianas en el aire.
- ¡Grif, rebaja la velocidad! Aunque vamos de último, ir a toda velocidad en esta área no nos ayudara en nada.
Grif fue elevándose lentamente para alejarse del alcance de las lianas, pero Gabriel noto algo extraño entre las ramas, algo así como una distorsión en el espacio. Gabriel entrecerró los ojos lentamente en un punto fijo de una gruesa rama donde parecía que había algo pero no estaba seguro de que.
- Eso que es…
En un parpadeo, la distorsión en el espacio se convirtió en un enorme camaleón manejado por una mujer pelirroja con pecas.
El camaleón lanzo un lengüetazo directamente a la herida que tenía el Grifo en el cuello por su pelea anterior con el dragón de Leonhard.
Ante el impacto en la herida del Grifo, este cayó sobre unas lianas mientras se retorcía del dolor y al mismo tiempo, las lianas se enredaban lentamente en este.
Gabriel se dio cuenta que aunque las lianas salen de la nada luego de una curva cerrada, que pasaría si muchos competidores estaban suspendidos sobre las lianas por aquella chica sobre el camaleón con camuflaje.
- ¡Detente Grif!
Aunque Gabriel le dio una instrucción, Grif no pareció escucharlo y siguió retorciéndose entre las lianas.
La chica pelirroja estaba de pie con los brazos cruzados en el lomo del camaleón mientras miraba a Gabriel luchar por no enredarse en las lianas.
La chica de pecas hablo.
- Niño lindo, ya perdist…
Antes de que la chica terminara de hablar, un wyvern de color azul llego directamente hacia Grif y con sus alas usándolas como navajas, corto las lianas y libero a este.
- Tú…
Gabriel estaba impresionado por esta ayuda inesperada, el wyvern azul, y su jinete.
- ¡Ririna!
Parte 5
Unos minutos antes.
Ririna estaba sobre su Ángelus, pero pudo notar que nadie la seguía, ¿quizás era la última?
Aunque los que tenían los dragones más rápidos llevaban bastante ventaja, había una gran cantidad de participantes que no eran tan veloces.
- …
Ririna miro de reojo a su Ángelus e hizo una señal con el rostro a lo que Ángelus dio media vuelta y se dirigió devuelta para descubrir el por qué nadie la seguía.
- ¿Quizás algo paso…?
Ángelus iba a toda velocidad por el enorme canal baldío.
- ¿Enserio soy la última?
Hasta que luego de una curva pronunciada lo vio, algo que no estaba ahí antes, un montón de lianas gruesas y en ellas, muchos dragones con sus jinetes capturados en ellas.
Ririna apretó su puño derecho mientras tenía una sonrisa.
- Así que es eso.
Y lo vio.
- ¿Gabriel?
Parte 6
El wyvern azul montado por Ririna se dirigía hacia Gabriel para liberarlo de las lianas.
- ¡Ririna! ¡Cuidado! ¡El enemigo es más de uno!
- ¿Qué?
- ¡Pueden camuflarse!
Ante la advertencia de Gabriel, Ririna y Ángelus miraron en todas direcciones buscando al otro enemigo, y entonces lo vieron, una distorsión en el espacio, entre un cumulo de lianas, como si algo estuviera ahí pero realmente no.
- ¡Ángelus! ¡Ataca a ese grupo de lianas!
Ante la orden, Ángelus tomo impulso y se dirigió directamente hacia la figura anormal pero el camaleón montado por la chica pelirroja uso su lengua para sujetar la pata de Ángelus, pero este con su mandíbula alcanzo a darle un mordisco al espacio extraño.
Un hilo de sangra salió seguido por un gran brote de sangre.
Definitivamente Ángelus había mordido algo y entonces lo vieron.
El espacio distorsionado ahora se convirtió en otro camaleón similar al de la chica pelirroja pero este era manejado por un hombre también pelirrojo, era su hermano.
El camaleón del hombre ahora tenía sangre saliéndole de un costado por la pata delantera.
- Mierda, mierda, ¡maldita zorra!
Ririna puso una sonrisa sínica mientras que Ángelus volaba a gran velocidad en círculos arrastrando al camaleón de la mujer por los bordes del canal baldío.
- ¡Más rápido Ángelus!
Ante la orden de su maestra, Ángelus empezó a volar más rápido en círculos hasta que el camaleón gigante de la chica pelirroja soltó su lengua de su pata cayendo entre las lianas luego de recibir múltiples impactos.
Ambos hermanos llenos de heridas al igual que sus monturas, miraban directamente a Ririna y su compañero Ángelus.
Ririna escucho una voz.
- No…
La voz venia de Gabriel.
- ¡Todavía hay uno más!
- ¡¿Qué?!
Ángelus recibió un enorme impacto desde arriba haciendo que cayera en picada contra el terreno baldío.
Ririna llena de polvo y heridas lo pudo ver.
Un wyvern de color verde brillante, pero parecía como si estuviera cubierto de maleza, parecía una planta viviente, y su jinete era una mujer de cabello blanco, de contextura delgada y sus ropas eran similares a las que tenían los hermanos pelirrojos, seguramente eran del mismo lugar.
Los dos pelirrojos gritaron al mismo tiempo al verla.
- ¡Líder!
- ¡Líder!
La mujer de cabello blanco sobre el wyvern rodeado de naturaleza hablo hacia los chicos pelirrojos.
- No puedo creer que se dejaran derrotar por una sola mujer, me decepcionan.
Ambos hermanos ante las palabras de su líder, simplemente agacharon la cabeza.
Luego de esto, la mujer de cabello blanco sobre su wyvern rodeado de naturaleza miro en dirección de Ririna.
Ante esto, Ririna y su wyvern azul se pusieron a la defensiva, ambos estaban muy lastimados por la caída del ataque sorpresa de este nuevo enemigo.
La mujer albina hablo suavemente.
- Entonces…
- …
- Bailemos.
Ángelus emprendió vuelo hacia el wyvern rodeado de naturaleza.
Ambos wyverns colisionaron.
El choque entre ambos provocó un enorme estruendo en el área.
— Bab baru akan segera rilis — Tulis ulasan
Anda mungkin juga menyukai
Komentar Paragraf
Fitur komentar paragraf sekarang ada di Web! Arahkan kursor ke atas paragraf apa pun dan klik ikon untuk menambahkan komentar Anda.
Selain itu, Anda selalu dapat menonaktifkannya atau mengaktifkannya di Pengaturan.
MENGERTI