—No haré ninguna tontería, lo prometo —dije, apretando su mano suavemente.
Y aunque quisiera, no sería antes de que Damon despertara. No tenía sentido ponerme en peligro cuando Damon ni siquiera estaba lo suficientemente curado como para considerarlo. No provocaría nada.
Blaise apretó más mi mano mientras me acercaba a él. Se sentó en la silla mientras yo me quedaba de pie frente a él, permitiéndole reposar su frente contra la planicie de mi estómago. Suspiró mientras yo pasaba mis dedos por su cabello, arañando suavemente su cuero cabelludo con mis uñas. Un gruñido suave y satisfecho salió de sus labios, pero por lo demás, Blaise permaneció quieto.
—Deberías descansar —dije, incapaz de evitar sonreír un poco a pesar de todo cuando él negó con la cabeza petulantemente como un niño que se niega a ir a la cama aunque estaba visiblemente agotado. Luego, me sobresalté al recordar algo. —Cierto, necesitamos que Nicole te revise. También consumiste wolfsbane con la comida.