—Yo... —me quedé mirándolo y luego al collar roto—. Olvidé que podías hacer eso. Y no puedo creer que mi madre tampoco se haya enterado de esto. Después de todo, había un montón de historias circulando por Colmilloférreo sobre cómo Blaise había lanzado rayos desde sus palmas para defenderme contra acusaciones injustas.
—Tal vez ella olvidó, igual que tú —dijo Blaise con picardía—. Eso nos facilita mucho las cosas. Además, podría haber asumido simplemente que era un rumor. Yo lo haría si tuviera algo tan ridículo como un hombre lobo lanzando rayos desde sus manos. Ahora, Harper, vamos a salvar a Damon y sus refuerzos.
—¿Quién? ¿Es Elijah? ¿O Kaine? —pregunté preocupada—. Si Elijah estaba aquí, Colmilloférreo estaría al borde del colapso con tres de sus líderes en la línea de frente.