El rostro de Chu Ciyuan era un retrato de la decepción mientras miraba atontadamente al doctor frente a él
—¿Embarazo ectópico? ¿Podrían haber cometido un error?
—¿Cometido un error? ¿Cómo pueden ser tan descuidados jóvenes? ¿Te embarazaste y ni siquiera supiste ir al hospital a hacerte controles prenatales? Si no hubiera sido por ese golpe, el cual desencadenó la condición y nos permitió descubrirla a tiempo, tu novia podría haber estado en grave peligro —y las técnicas que esa persona usó fueron tan hábiles que incluso detuvieron la hemorragia. Pensamos que teníamos que remover el útero, pero entonces ella dejó de sangrar por sí misma...
El doctor nunca había visto algo así y no podía dejar de hablar emocionadamente, queriendo conocer a ese experto.
Pero la expresión de Chu Ciyuan se volvía más fea y fría.
En ese momento, Ding Miao era sacada de la sala de cirugía, recostada en la cama del hospital.