El tiempo de descanso termino antes de que los dormitorios restantes pudieran concretar sus estrategias. No había más remedio que confiar en la fuerza de sus campeones, aunque haber tenido la dicha de ver una batalla con los personajes que más admiraban era algo que había valido la pena.
—Es momento de retomar las batallas— retumbo la voz de Mc en el coliseo.
—Recuerden que se requiere ganar dos batallas más— la mirada del/ de la chico/a se veía apasionada, tal vez era que el ambiente competitivo lo/la hubiera emocionado. Era mejor pensar eso que creer que finalmente había sucumbido al mundo retorcido y su lado villanesco le poseía.
Nuevamente, Yuuken ingreso a la arena, tres encuentros más y finalmente podría quitarse ese pesado cosplay.
En el pasillo que conducía a la arena el joven rubio tensaba sus manos en el arco que llevaba con él, esperaba que su pasión no le traicionara, después de todo no todos los días se tenía la dicha de estar frente a la persona más hermosa del mundo.
—Retomando el torneo del Ragnarok, el campeón de Pomefiore, ¡Rook Hunt!— le presentaba el chico de Onboro.
Desde su lugar Vil veía a su amigo ingresar a la arena, confiaba en sus habilidades como mago y sabía qué era capaz de ganar, solo esperaba que su moral no lo volviera a traicionar.
—La campeona del NRC, ¡la Reina Hermosa!— presentaba Yuuken a una mujer de asombrosa belleza, más de un chico se sonrojó al ver a aquella reina.
Antes de comenzar la pelea el cazador se quitó su sombrero y le rindió una reverencia, —Admiro su belleza, y me disculpo por lo insolente de mis acciones.
La arena parecía que se había llenado de estrellas, los ataques de la reina carecían de brusquedad o violencia. Era hasta cierto punto un bello espectáculo, algo que solamente la hermosa reina podía ofrecer. —Vamos Rook, dale fuerte… pero no tanto— animaba Epel a su sempai.
En un movimiento en que la mujer logro estar cerca del chico le arrojo un polvo plateado, Rook estornudo, pero parecía que no había hecho efecto.
—Disculpe, mi hermosa flor— tras decir esto, cargo una de sus flechas con magia, la cual impacto en el suelo y de esta salió hielo que congelo los pies y manos de la reina.
Yuuken iba a declarar al rubio como el ganador cuando la reina soltó una risa, al ver nuevamente a Rook este dejo caer su arco y a los pocos segundos cayó al suelo inconsciente, la reina invoco fuego verde y quedo libre del hielo.
—Rook Hunt a queda incapacitado para continuar, la campeona del colegio gana esta ronda.
Mientras sacaban a Rook de la arena, los hermanos Shroud se encontraron fuera de la cabina, el menor de estos estaba nervioso.
—Cálmate, he terminado de instalar las mejoras, además si muevo los controles un poco nadie notará…
—No— dijo decidido Ortho.
Temeroso de la presión que su pequeño hermano podía estar sintiendo, lo mando a llamar con el pretexto de instalarle un software para su cañón. En realidad lo que quería era decirle que modificaría el programa para que su lucha no fuera tan dura.
—Oye… nadie notará que moví un poco la simulación, además Mc me aseguro que…— trataba de explicarle Idia al androide.
—Todos lucharon con los niveles que tú programaste, no me subestimes por favor hermano— le pedía serio Ortho.
Idia suspiro, guardaría el secreto que Mc le había confiado para que el desempeño de su hermanito no se viera afectado, le deseo suerte y ambos hermanos se separaron.
—El siguiente campeón, representando a Ignihyde, ¡Ortho Shroud!— Presentaba Yuuken al penúltimo competidor de la escuela.
De repente el coliseo se oscureció, alrededor de la arena fuego azul rodeo a ambos alumnos, —Enfrentando al campeón del colegio, ¡El rey del Inframundo!— se hacía aún lado Yuuken para que un hombre alto con cabello de fuego entrara a la arena.
La temperatura del lugar se incrementó con los ataques de ambos peleadores, el pequeño androide esquiaba rápidamente los ataques del dios, aunque este tampoco se quedaba atrás en poder, el fuego que producía lo consumía todo, si fuera el verdadero una llama será suficiente para irse con él.
Ortho deicidio que daría todo en un último ataque, juntando toda su magia en su cañón lanzo un gran ataque de fuego azul que impacto contra el fuego rojo del dios, el ataque de ambos creció hasta crear una gran explosión haciendo que la mayoría de los presentes tuvieran que cerrar los ojos.
Al recuperar la visión Yuuken junto con los demás vieron asombrados que ambos campeones estaban en el suelo. Los murmullos no se hicieron esperar, Idia entro a la arena y le entrego una tableta a Yuuken, mientras el chico veía la repetición el líder de dormitorio atendía a su hermanito.
El chico de Onboro miro el video de la pelea al menos tres veces antes de dar su veredicto.
—Por primera vez en este torneo, ambos campeones atacaron y cayeron al mismo tiempo, es un empate— informaba Yuuken al resto, haciendo que los nervios por la última pelea se incrementaran.
Con tres puntos para los estudiantes y cuatro para los profesores esto dejaba al último campeón con un gran peso en sus hombros, si empataban el marcador no sabían qué pasaría, pero si perdían podían ir reciclando sus apuntes.
—Mi señor, ¿está seguro de su decisión?— preguntaba Sebek al líder de dormitorio, normalmente no cuestionaría algo que viniera de Malleus, pero igual que la mayoría no quería repetir el curso.
—Ara Sebek, ten más confianza, después de todo yo mismo lo entrené— decía Lilia pellizcando una de sus mejillas.
Silver suspiro, el destino de todos los alumnos de NRC descansaba ahora en sus manos, sintió una mano en su hombro y vio a Malleus sonriéndole.
—Cuando llegue el momento…— dijo el de cuernos a su subordinado, Silver solo asintió, se aseguraría de traer honor a su señor y familia.
—Última ronda— gritaba Yuuken haciendo que el ánimo del coliseo hiciera temblar las paredes.
—El campeón de Diasomnia, ¡Silver!— al decir su nombre los estudiantes gritaron más fuerte que nunca, —Enfrenta a la última campeona del colegio, pónganse de pie para recibir a la más grande hechicera, ¡La Bruja de las Espinas!
Una luz verde apareció frente a Silver, tomando la forma de la famosa bruja con cuernos, la emoción era general, los sentimientos se combinaban y la euforia recorría a cada espectador.
La batalla empezó de inmediato, aunque el chico era realmente hábil la mujer hacía gala de porque era la más poderosa hechicera de Twisted Wonderland.
En un momento de la batalla Silver resbaló, la Bruja de las Espinas aprovecho el momento para lanzarle rayos, pero para sorpresa de esta Silver saco una espada.
—¿Le entregaste la espada de la verdad? — preguntaba asombrado Lilia a Malleus.
—Quería que se divirtiera— dijo Malleus sonriendo.
Silver empuño la espada, en conjunto con su magia hicieron que la mujer retrocediera, pero ella no se rendiría tan fácil, envolviéndose en fuego y humo su figura creció al cielo, al despejarse ambos un dragón estaba en la arena.
La bestia lanzaba enormes bolas de fuego, el chico apenas podía defenderse de sus ataques.
El chico estaba cansado, creía que en ese momento caería dormido cuando escucho un grito, —¡Silver!— primero fue Sebek, luego Malleus y Lilia, seguido de su dormitorio para terminar oyendo su nombre en todo el estadio.
Con un último esfuerzo Silver se lanzó nuevamente a la batalla, consiguió darle varios cortes al dragón, cuando este se levantó para lanzar una nueva bola de fuego el peli plata le arrojo la espada al pecho, haciendo que con esto la simulación se destruyera.
—La Bruja de las espinas ha caído, Silver es el ganador de la última batalla— Decía Yuuken, haciendo que los alumnos gritaran de euforia.
Aunque festejaban, aún estaba la duda de que pasaría. Habían quedado empatados ambos equipos.
¿Significaba entonces que la amenaza no sería tomada en cuenta?
—El Ragnarok solo puede concluir con la victoria de un bando— grito Mc, todos se preguntaban cómo pretendía resolver eso.
—Profesor Crowley, ¿ha escogido a su campeón?— decía burlón/a Mc.
El director puso mala cara, aunque se había burlado de sus estudiantes, realmente esperaba que ganaran para evitar esto.
—Claro— fue todo lo que dijo.
Los murmullos no se hicieron esperar, así como las preguntas y los reclamos.
—SILENCIO— volvió a gritar Mc, al parecer el cosplay de Valquiria le había dado cierto poder.
—Si bien no esperábamos un empate, estábamos listos para este escenario— exclamo el/la chico/a.
—En caso de empate, se decidió que un miembro del personal de la escuela lucharía contra un campeón secreto escogido por Mc— explico Yuuken.
—En caso de que esta persona gane los alumnos repetirán el año, de lo contrario todos quedan exentos en el próximo parcial.
Los nervios volvieron, quienes eran cercanos a Mc no sabían si felicitarlo/a por tremenda idea o molerlo/a a golpes.
—Terminemos con esto— dijo un poco molesto Crowley, quien ahora era parte del juego de aquel/aquella estudiante sin magia.
—El campeón de los profesores, ¡Sam!— presentaba Yuuken al dueño de la tienda, todos quedaron asombrados, algunos consideraron que Crewel, Ashton o hasta el mismo Mozus serían quienes competirían en el desempate.
Yuuken miro a su compañero/a de dormitorio, este/a le sonrió haciendo que el chico riera por lo que venía ahora, —El campeón de Mc, alguien de otro mundo como nosotros, el dios del trueno ¡Thor!
Aquellos que habían visto el anime entendieron por qué los chicos de Onboro se emocionaron, para aquellos ajenos a este fue una gran sorpresa ver a un ser caer del cielo en medio de varios rallos. Sam sonrió, hacía tiempo que no se divertía de esta manera.
Fue una lucha entre la luz y la oscuridad, ver a Sam demostrar de lo que era capaz en combate dejo a más de uno cuestionándose porque él no era un profesor también.
Su control sobre las criaturas del más allá era aterrador, en conjunto a la fuerza bruta y el control de los rayos de Thor hacían de esta pelea una que nadie olvidaría en mucho tiempo.
Los rayos y los espectros iban y venían, si la arena del coliseo ya estaba maltratada por las batallas anteriores con esta prácticamente hacía que el lugar quedara hecho añicos. La batalla parecía eterna, pero finalmente el hombre de tatuajes de calavera comenzó a dominar la situación.
Con ayuda de sus espectros Sam logro quitarle su martillo a Thor, este le lanzo puñetazos cargados de rayos, sin embargo, la agilidad del hombre era mayor a comparación de la lentitud provocada por los músculos del dios, de un golpe cargado de magia negra logro que Thor callera de cara al suelo.
Era el fin, ya todos se veían repitiendo el año, la decepción que sería decirles a sus padres que volverían a cursar el mismo nivel. Sam invocó a todos sus espectros, estos rodearon al hombre y al dios creando un tornado de oscuridad, solo un golpe y los profesores se llevarían la victoria.
—Me rindo— dijo Sam disipando su ataque.