El sonido del despertador me saca del sueño.
Gimo, tanteando la mesa de noche. Excepto que esta no es mi mesa de noche y lo que suena no es el despertador.
Entonces me doy cuenta de dónde estoy y de lo que pasó ayer.
Debería estar en mi luna de miel, pero estoy en la habitación del Alfa de la manada enemiga, Levi Grant, con quien me he casado.
Los recuerdos de anoche comienzan a dar vueltas en mi cabeza. Recuerdos de las manos de Levi recorriendo mi cuerpo, mientras sus labios y los míos se unían.
De mí, manipulando su virilidad y llegando al orgasmo tal como lo hizo él...
"Mierda, Amber", le susurro. "Esta vez realmente te has equivocado".
Me levanto mientras agarro el teléfono y salgo corriendo al balcón.
"¿Hola?" Repito en un susurro.
"¡Oh! Amber. Cariño, estaba tan preocupada por ti”.
"Hola, mamá", respondo.
"¿Amber?" Dice papá al otro lado de la línea.
La llamada se convierte en una videollamada. Sonrío a mis padres, quienes me miran con preocupación en sus rostros.