Becca se encontraba en su dormitorio, ocupada con el proceso de empacar para su viaje a Nueva Zelanda. Después de una planificación minuciosa y la compra de boletos, se encontraba de pie en su dormitorio, organizando todas las pertenencias que necesitaría durante su estancia en Nueva Zelanda. Al principio, Becca había anticipado que Neal y Allegra se opondrían a la idea de su viaje, pero se sorprendió gratamente cuando aceptaron la idea con entusiasmo, siempre y cuando su médico le hubiera dado luz verde para viajar.