Becca se quedó inmóvil, perpleja por la situación que se desarrollaba frente a ella mientras observaba a Katrine. La mirada de Katrine hacia ella estaba llena de autosuficiencia, como si hubiera logrado lo que quería.
Lo último que esperaba era encontrarse con Katrine mientras hacía compras en Nueva York. Sin embargo, allí estaba, como si su encuentro fuera completamente premeditado.
Esto era inusual, ya que Nueva York era lo suficientemente grande como para que dos personas se cruzaran rara vez. La idea de que Katrine la hubiera encontrado a propósito indicaba que la estaba siguiendo, lo cual no la hacía sentirse cómoda en absoluto.
Miró a su alrededor y notó la presencia de dos hombres que estaban cerca, tratando de mantenerse discretos. Cuando sus ojos se encontraron con los suyos, Becca se dio cuenta de que estos hombres estaban relacionados con Katrine.