—Jaak, estás aquí. ¿Qué tal lo estoy haciendo con estos movimientos que me enseñaste? —Zoc mostró emocionado a Basil Jaak los movimientos que le enseñó y preguntó con ansias.
—Hay progreso, pero comparado conmigo en aquellos días, es solo regular —Basil Jaak pasó por delante de la cara decepcionada de Zoc hasta su escritorio, se sentó, puso los pies sobre la mesa y preguntó casualmente—. Zoc, ¿ha pasado algo en el sitio, por casualidad?
—Con Pelo Amarillo a cargo, no hay manera de que algo pueda salir mal —Zoc hizo una pausa antes de continuar—. Sin embargo, cuando volví a la sede ayer, escuché que Lucius y su equipo todavía no se dan por vencidos en fastidiarte. Ya que no pudieron causarte problemas en el sitio, están intentando encontrar otras formas de hacerte la vida imposible.