—Puedes compartirlo conmigo. Tal vez alivie tu preocupación —dijo Noora sinceramente.
—Tristan pidió vernos…
Noora se sorprendió al escuchar eso. —Dios mío... Él... Él... ¿ya sabe que has vuelto? ¿Quién… quién le dijo? ¿El Viejo Maestro Sinclair?
—Mmm, supongo que sí. Tristan también parece estar al tanto de Dax —Bella suspiró suavemente. Aunque estaba decepcionada de Viejo Sinclair, entendió que no podía culparlo completamente. El anciano debió haber estado ansioso por compartir esta información con su nieto.
—Lo sabía... Debió haber sido el Viejo Maestro Sinclair quien le dijo— Noora bajó los hombros, sintiéndose preocupada.
Bella no dijo nada. Simplemente sonrió débilmente.
—O, su mayordomo, ¿Alan? —Noora comenzó a adivinar.
Bella negó con la cabeza.
—Bueno, Alan no se atrevería a hacer eso. Acertaste; solo el abuelo Sinclair podría decirle a Tristan acerca de Dax y de mí.