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Un día después, Lu Ming y Xie Nianqing estaban de pie lado a lado en el Pico de la Nube Esmeralda, fuera de la ciudad del viento ardiente.
—Lu Ming, ¿cuáles son tus planes después de esto? —preguntó Xie Nianqing.
—Salir de la región de Tianxuan e ir al mundo más vasto para entrenar y adquirir experiencia. ¿Quieres venir conmigo? —La mirada de Lu Ming era profunda y parecía capaz de penetrar el espacio y mirar a lo lejos. Sus ojos estaban llenos de expectativa.
Después de todo, la región de Tianxuan era demasiado pequeña. El mundo exterior era más emocionante.
En la lista de los 1000 mejores talentos del territorio estéril oriental, solo había un planeta Santo en la región de Tianxuan, y estaba clasificado en el último lugar.
¿Qué pasa con los otros favoritos del cielo? ¿Qué tan poderoso era él? ¿Qué tan elegante era ella? Lu Ming quería ver cómo podía volverse más fuerte al chocar con esos talentos sin igual.