—Así que finalmente te vas, ¿eh?
—dijo Aisha con una sonrisa triste en su rostro.
—Sí, nos vamos.
—respondió Nux con una sonrisa en su rostro.
Aisha avanzó y extendió sus brazos, Nux entendió lo que quería, soltó una risita y la abrazó.
—Cuídate.
—habló él.
—Tú también.
—sonrió Aisha.
—Además, no te relajes, ¿de acuerdo?
—Cuando regrese, quiero ver a un tú más fuerte.
—No te preocupes, cuando regreses, te derrotaré, luego te llevaré a mi cama.
—respondió Aisha.
—Nunca acepté algo así.
—¿Qué? ¿Asustado?
—Heh. No es como si alguna vez pudieras derrotarme.
—soltó una risita confiada Nux.
—Ya veremos.
—sonrió misteriosamente Aisha.
Nux soltó una risita, luego, se giró hacia Rislith e hizo una pequeña reverencia,
—Señora Rislith, estoy agradecido de que haya preparado esta Nave para nosotros.
Rislith asintió,
—Esta nave es más rápida que la que usaste para venir, sin embargo, ten en cuenta que no tiene una defensa fuerte, así que tienes que ser más cuidadoso.