```
La risa de Desira resonó ominosamente, sus ojos de obsidiana brillando con placer sádico mientras se deleitaba en el sufrimiento de Ren y los demás.
El aire a su alrededor estaba espeso con malevolencia, y Desira lucía una sonrisa siniestra mientras declaraba —Qué divertido es presenciar vuestros débiles esfuerzos. No os mataré, aún no. No, primero, saborearéis la dulce liberación de la corrupción. Solo entonces consideraré terminar vuestra patética existencia.
Ren y los demás seguían paralizados y con dolor, y solo podían mirar fijamente a Desira
Mientras Desira continuaba jactándose, un cambio repentino en la atmósfera llamó su atención. El aire cargado de neblina parecía temblar con una tensión no expresada. Las comisuras de sus labios temblaron con curiosidad.
Inesperadamente, Azazel, que había estado aparentemente perdido en sus propios pensamientos, se levantó lentamente. Sus ojos, una vez vacíos, ahora tenían un destello de lucidez.