Esa noche en el Palacio de Diamante.
Después de que Ren compró un coche para él y sus padres, pidieron comida para llevar, así Troy y Helen podrían sentirse relajados mientras comían en casa.
Ahora estaban en la edad en la que preferirían dormir y quedarse en casa en lugar de salir.
Mientras Helen preparaba la mesa para la cena, Ren enumeró las misiones que habían obtenido ese día, así como las misiones que les habían ofrecido recientemente.
Era un no acabar, y finalmente cruzó por su mente emplear a alguien que pudiera clasificarlas por dificultad. La persona que asumiera el rol debía ser alguien que tuviera un amplio conocimiento acerca del juego. Sin embargo, el único con esas cualificaciones era él mismo.
Si la persona que contrataran solo estuviera preguntándole esto y aquello, entonces bien podría hacerlo todo él mismo.