—¿Este es uno de los recuerdos de la Termita Gigante? —preguntó Lux.
—Sí —respondió Drystan—. Esta es la batalla en la que perdió no solo a toda su colonia, sino también su razón de vivir.
Después de responder, Drystan hizo un gesto para que el Medio Elfo siguiera observando la batalla.
Como Nigromante, Lux podía decir que con quien estaba hablando no era una ilusión creada por su imaginación, sino el alma del Muerto, que todavía tenía apegos al mundo y no podía seguir adelante.
Por ello, decidió observar la batalla que sucedía ante él para entender qué quería decirle el Exalcalde de la Ciudad de Abingdon.
La batalla duró poco más de una hora.
Lux se sorprendió al ver la aparición del Oso hormiguero de Rango Argonauta, quien devoró a la Reina Termita justo enfrente de la última Termita Soldado de su colonia.