—Hermano, di Aaaa.
—... Aaaa.
Iris alimentó felizmente a Lux con un trozo de pastel de manzana, luciendo una dulce sonrisa en su rostro. Vera observó esta escena contenta. Desde que Lux cumplió diez e Iris nueve, ella había estado pensando en emparejarlos.
Ambos eran sus nietos y ella quería que los dos vivieran una vida feliz juntos. Afortunadamente, Iris estaba más que contenta con la idea, e incluso le pidió a su abuela que se asegurase de que ninguna otra chica se acercara a Lux mientras él estuviera en la Fortaleza de Wildgarde.
Diciendo la verdad, había muchas chicas que sentían un flechazo por Lux en la fortaleza, pero sus padres les decían que sería mejor elegir a alguien más. La primera razón era debido a la frágil constitución de Lux, la otra razón era su incapacidad para ir a Elíseo.