—El ritual había comenzado, y Asiva podía sentir su cuerpo respondiendo al antiguo proceso. El aire de la habitación se espesaba mientras mezclaba su propia sangre con la finamente molida raíz de dragón. Un sonido de chisporroteo llenaba la cámara, a medida que la sangre y la raíz de dragón reaccionaban, liberando una densa y fragante niebla en el aire.
Inhalando profundamente, Asiva sentía la niebla entrar en sus pulmones, esparciéndose en su flujo sanguíneo. Era una sensación única, casi como si pudiera sentir las partículas individuales de la raíz de dragón y su sangre filtrándose en cada rincón de su cuerpo, desencadenando una cascada de reacciones dentro de sus células.
Podía sentir con agudeza su presión sanguínea aumentando, cada vaso sanguíneo de su cuerpo expandiéndose como si intentara acomodar un flujo de sangre más rápido, más rápido de lo que el cuerpo jamás había experimentado de forma natural.