(Este capítulo es R18, leer bajo su propio riesgo)
Cuando Max y compañía regresaron a la Ciudad Dombivli bajo máscaras y capas, la persona más contenta de verlos fue Sebastián.
Sebastián había estado evitando magistralmente la vigilancia en los últimos días, enviando a los asesinos en una búsqueda inútil respecto a su verdadero paradero.
Aunque no estuvo físicamente presente con el grupo cuando fueron a salvar a Asiva, su contribución a la causa no podía ser subestimada, al igual que la contribución de Jhonny no podía ser subestimada.
Sebastián sonrió astutamente cuando vio al grupo regresar por primera vez, sin embargo, su sonrisa se esfumó instantáneamente mientras hacía una cara de pocos amigos y decía:
—Demuestren su identidad
Sebastián había verdaderamente asimilado el camino del cobarde en su yo más profundo, y una de las enseñanzas de Kremeth era siempre verificar la identidad de un grupo que regresa de una misión antes de confiar en ellos.