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(Mientras tanto Nancy)
Desde que Nancy se puso la corona de juguete en la cabeza, su vida no ha sido nada fácil.
En los últimos 3 días, había estado luchando sin parar en batallas contra otros clanes de dragones para proteger la vida de su hijo.
Los dragones de rango inferior intentaron entrar furtivamente en su cueva en forma humana para intentar robar a su bebé, sin embargo, una alerta Nancy los olfateó y los quemó hasta convertirlos en cenizas.
Habían pasado solo 3 días pero la carga de la corona en su cabeza se sentía extremadamente pesada ya que no había pegado ojo en más de 80 horas.
«Crece sano, mi niño», pensó mientras incubaba su huevo con su calor, el pequeño huevo que se frotaba contra su vientre le proporcionó toda la fuerza y coraje que necesitaba para luchar contra el mundo si fuese necesario.
Justo cuando Nancy pensaba en echar una siesta, una vez más sintió a un intruso adentrarse en su cueva.