Bab 12: La aldea del ladrón

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Max tuvo mucha suerte porque el ladrón que acababa de matar había dejado caer 10 monedas de cobre y la máscara del antro de ladrones, lo que significaba que Max no necesitaba pasar por el problema extra de capturar a un miembro vivo y luego despojarle de ella.

Esto le ahorró a Max una cantidad considerable de tiempo, energía y esfuerzo por los cuales estaba agradecido.

Max se equipó la máscara e inmediatamente recibió una notificación del sistema.

[ Notificación del sistema ] —Te has equipado la máscara del antro de ladrones (rara), todas las habilidades de inspección de hasta Nivel 2 fallarán al identificar tu identidad y estadísticas.

[ Comentario del sistema ] —Los cobardes se esconden detrás de una máscara, los hombres de verdad irrumpen en campamentos enemigos y los entierran vivos.

Max rodó los ojos al leer el comentario del sistema, a estas alturas ya se había acostumbrado a las innecesarias pullas del sistema.

Despacio, Max comenzó a regresar a la aldea de los ladrones que había visto, con cuidado de no perderse en el camino mientras intentaba recordar puntos de referencia clave que había visto en su tediosa escapada.

Max finalmente llegó al pueblo y después de tragar saliva con fuerza entró confiado por las puertas.

Dos guardias altos custodiaban las puertas y Max rezaba para que lo dejaran entrar sin hacer preguntas, sin embargo, solo era un pensamiento optimista de su parte, justo cuando pasó por su lado uno de los guardias altos preguntó con voz ronca —¿Por qué regresas solo? ¿Dónde está tu compañero?

El tiempo corría y Max necesitaba pensar una respuesta rápida, por lo tanto, sacando un puñado de efectivo de su inventario que había soltado el ladrón que mató, Max dijo —Intentamos saquear a algunos aventureros, pero desafortunadamente él murió.

Hubo un silencio incómodo por un rato mientras Max permanecía inmóvil en su sitio esperando una contra-pregunta o una señal para entrar, sin embargo, los guardias no le dieron ninguna.

Después de cinco largos y tensos minutos, uno de ellos dijo —¿Tienes algo que preguntarnos?

Max negó con la cabeza y respondió —No.

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—Entonces, sigue tu camino —replicó el guardia, sin entender por qué Max había estado esperando permiso para entrar durante tanto tiempo en primer lugar.

Max rápidamente entró al pueblo con prisa en sus pasos, ahora sintiéndose estúpido por haber esperado demasiado.

—Confianza Max, ten más confianza, si nada más al menos aprende a mentir de tu novia que no sirve para nada —Max pensó internamente mientras deambulaba por el mercado de ladrones.

La razón por la cual Max quería acceder al mercado de ladrones era que era el lugar más seguro para vender sus bienes, nadie allí pedía la identidad del vendedor y el honor entre ladrones le garantizaba un precio justo.

La única pregunta era, ¿dónde vender y era seguro vender aquí?

Max quedó impresionado por el pueblo que los ladrones habían creado, ya que tenían de todo, desde tiendas de herrería hasta tiendas de pociones e incluso un pequeño bar/restaurante.

Había un orden civil y todos se hablaban extremadamente educados. La mayor ventaja del anonimato era que todos eran tratados igual y con respeto, ya que nadie se atrevía a ofender a nadie al no saber quién era quién.

En realidad, era un lugar mucho mejor para quedarse y pasar el rato que la abarrotada ciudad e incluso el aire era mucho más fresco debido a que el lugar estaba en el centro de un área forestal.

Justo cuando Max divagaba, escuchó un ruido fuerte que provenía del pequeño escenario creado en el centro de la ciudad:

—Atención camaradas, se ha hecho un nuevo descubrimiento de un antiguo lugar de aterrizaje meteorítico. Necesitamos trabajadores para excavar y extraer el meteorito y el pago por este trabajo está fijado en 1 plata al día.

Las partes interesadas pueden inscribirse ahora.

[ Notificación del sistema ] - Misión imprevista.

[ Detalles de la misión ] - Trabajo de minería en un presunto sitio antiguo de aterrizaje meteorítico.

Recompensa - 1 plata/día

Recompensas adicionales - ninguna

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—Contrato de trabajo - 2 días - 10 días opcional. —Acepta?

—Sí

—No

[ Comentario del sistema ] —solo eres bueno para el trabajo manual sin sentido, ¡aprovecha esta oportunidad!

Max lo pensó y luego se dio cuenta de que era una buena idea unirse a esta operación. Al margen del pago, era una oportunidad para charlar con otros ladrones y conocer los riesgos de vender artículos en el mercado, lo cual sería útil considerando la cantidad en juego.

Max creía que nunca estaba de más ser demasiado cauteloso, y por lo tanto, aceptó la misión con el tiempo de trabajo fijado en un mínimo de 2 días.

Con las monedas que había recolectado, pagó por una habitación en el motel y tuvo una agradable comida de una cerveza y un curry vegetariano, mientras intentaba dormir antes del día de trabajo del mañana.

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(Al día siguiente)

El sitio de minería meteórica estaba aparentemente a 3 horas a pie del pueblo, y por cómo se veían las cosas, Max entendió que probablemente estaría estacionado en un campamento temporal en la naturaleza esa noche, ya que vio a muchos ladrones llevando equipo de campamento en sus espaldas.

Era comprensible, ya que perder 6 horas al día yendo y viniendo era una completa pérdida de tiempo y energía preciosa.

En el camino, hubo algunos encuentros con aventureros locales, sin embargo, fueron resueltos rápidamente por los ladrones veteranos ya que no dejaron rastro de que la guarida de ladrones estuviera planeando una operación a gran escala.

Una vez que el grupo llegó al lugar supuesto, Max alzó una ceja ya que aparte de un suelo carbonizado y sin vegetación creciendo en el círculo de unos 40 metros, no había nada que sugirira que un meteorito había aterrizado en ese lugar hace varios años.

No había un gran cráter, no había una zona de impacto, solo un pequeño claro de 40 metros.

Dado que Max no estaba aquí para encontrar tesoros en primer lugar, no pensó mucho en ello, sino que solo se centró en realizar la tarea de excavación asignada mientras intentaba entablar pequeñas conversaciones con los trabajadores vecinos.

A Max le dieron una pala, mientras que algunos otros mineros que lucían saludables recibieron picos, ya que sorprendentemente el suelo era difícil de romper con un 70% de rocas y un 30% de arena.

El trabajo era definitivamente difícil y solo unos minutos de trabajo hicieron que Max entendiera que 1 plata era insuficiente para pagar por el tipo de trabajo que estaban realizando.

Si se le diera a elegir, ni siquiera lo haría por 10 platas al día!

Aunque la mayoría de los ladrones se mantenían para sí mismos y le daban a Max una respuesta fría o directamente lo ignoraban, eventualmente encontró a un minero de pico conversador que estaba contento por la compañía que encontró.

—Es un mundo difícil aquí fuera, amigo, estos insectos cobran 20 monedas de bronce al día para proporcionar vivienda y 2 comidas. Es absolutamente exorbitante amigo, te lo digo, es difícil para un hombre sobrevivir, aún más difícil para un hombre tener esposa e hijos.

—Él no puede alimentar a todas esas bocas y aún así ahorrar lo suficiente para el licor los fines de semana. ¿Qué opinas, amigo? —El ladrón habló en lo que Max podría describir mejor como un acento muy irlandés.

—Sí amigo, los precios de cambio que dan por los artículos estos días también son más bajos de lo que solían ser anteriormente, no me siento satisfecho —respondió Max, igualando su acento.

—Nah amigo, ellos nunca te engañarán, hay honor entre nosotros, los ladrones, nunca olvides eso.

—Incluso si vendes artículos épicos aquí te darán un precio justo y no harán ni una sola pregunta. Lo puedo garantizar.

—Una vez vi a un hombre vender una gallina de calificación épica, le pagaron un completo 700 de oro.

—Era ridículo, me retiraría si tuviera tanta suerte —dijo el hombre y Max tomó nota mental del tema, al menos lo que había escuchado hasta este momento era una noticia positiva.

Max siguió charlando y excavando tierra distraídamente, sin ser consciente del hecho de que una de las tres piezas de su destino que el ángel Hazriel le había mostrado en la visión, yacía justo debajo de él en este momento.

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