Ante esas palabras, Arcaelus tomó un martillo de forja del estante de herramientas mientras estaba a punto de comenzar a forjar.
Aunque, justo cuando estaba revisando los artículos contenidos en la reserva de materiales, una pregunta de Valyr interrumpió su concentración.
—¿Cuando dices forjar artículos, te refieres a forjarlos desde cero, cierto? —preguntó el joven.
Ante esto, Arcaelus miró a Valyr con una expresión un poco extraña antes de asentir.
—Estoy bastante seguro de que algo así debería haber sido autoexplicativo, pero sí.
Valyr sonrió con ironía ante eso. —Solo quería asegurarme de no ir en contra del espíritu de la lucha.
—Hablando de eso, mejorar cualquier artículo que haya forjado anteriormente tampoco cuenta, ¿verdad?
—No cuentan —Arcaelus negó con la cabeza, solo para quedarse en silencio mientras las engranajes giraban en su mente.
Después de un rato, volvió a hablar, sus palabras brindaron al joven un atisbo de deleite.