¡Pum!
—¡165,905!
Aunque Valyr sabía que la prueba se volvería relativamente simple una vez que usara su arcabuz, no esperaba que se volviera tan simple.
¡Pum!
—¡165,905!
Con los humanoides primitivos enfurecidos rodeando su gran torre y golpeándola con toda la fuerza que podían reunir, el joven seguía preparando su arcabuz para disparar.
Luego, sacrificando un gran trozo de su reserva de maná en el proceso, disparaba un tiro que diezmaba efectivamente al objetivo que había elegido.
¡Pum!
—¡165,905!
«Definitivamente no tendría esto tan fácil si tuviera que usar el arcabuz a nivel del suelo», pensó Valyr para sí mismo, teniendo en cuenta el suministro restante que le quedaba para armar el arcabuz.
Después de todo, a diferencia de sus otras habilidades que solo necesitaban maná para activarse, disparar el arcabuz requiría que pasara por un proceso extenso que involucraba una cantidad decente de recursos.