—A diferencia de tu hermano, te encanta torturar a la gente usando medios especiales, ¿verdad? —preguntó Asher mientras se paraba frente a Sabina y agregó con una inquietante sonrisa—. Adivina qué... Investigé tu área de especialización y aprendí algunas cosas interesantes. Estoy seguro de que te encantaría saber cómo se siente estar del lado receptor.
—¡Tú! ¿¡Qué diablos estás planeando?! —gritó Edmund al sentir una muy mala sensación, a pesar de que Asher no parecía estar planeando usar el látigo sobre él. Sin embargo, sus palabras cayeron en oídos sordos.
La expresión de Sabina se mantuvo imperturbable mientras ella se burlaba y le daba a Asher una mirada despectiva:
— Un novato como tú debe de ser verdaderamente tonto si crees que puedes asustarme con esta elaborada preparación. No creo que tengas las bolas para
*¡Riiiiip!*
La frase de Sabina quedó interrumpida, mientras el sonido de una tela siendo brutalmente arrancada de su cuerpo resonaba en la cámara.