—¡Entren! ¡No se queden ahí afuera! —La misma voz retumbó nuevamente mientras un grueso arco de relámpago caía sobre esa burbuja. Curiosamente, esa burbuja no mostró ningún signo de daño, en cambio, brilló aún más, como si hubiera absorbido la energía del relámpago y se hubiera fortalecido.
Al último grito, todos se movieron bajo la fuerte e irresistible carisma de esta voz, y el miedo interminable que sentían por la aproximación del océano de monstruos desde atrás.
Si se atrevían a demorarse, entonces en menos de dos minutos, serían asesinados por estos monstruos.
—¡Entren!
—¡Apúrense!
—¡Despierten! Los monstruos no se detendrán ni desaparecerán si siguen mirándolos fijamente. ¡Corran adentro! ¡Vamos a ponernos a salvo! —Los sublíderes gritaron todos al mismo tiempo, instando a todos a entrar en esa cosa burbuja y alejarse del camino del daño.